La organización repartió más de medio millar de manojos de paja entre las personas que decidieron participar en la tradicional procesión
Los 'fachós' iluminaron un año más la noche de Castro Caldelas. Cientos de personas tomaron parte en la tradicional procesión en honor a San Sebastián, de las que más de 500 recibieron uno de los manojos de paja que preparó la organización para los participantes. En una "noite fantástica", como señalaba la alcaldesa, Sara Inés Vega, con una temperatura "excelente para estas datas, participou moita xente e houbo moi bo ambiente".
Al anochecer, los participantes se reunieron ante el santuario de los Remedios, donde comenzaba la procesión, encabezada por un San Sebastián de paja y el 'gran fachón', de 30 metros de largo, y detrás, todos los que decidieron unirse a la comitiva. La comitiva se dirigió a la villa, recorrió el casco histórico a la luz de las antorchas y retornó al adro del santuario, donde se organizó una gran fogata para quemar lo sobrante de los 'fachones'.
La novedad de este año es que los organizadores decidieron recuperar la tradición de quemar también el San Sebastián de paja, que en los últimos 25 años había sido indultado. Luego comenzó una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la madrugada y en la que no faltaron la música, los chorizos asados, el vino de la zona, la bica y la queimada realizada por un druida.
