Fallece a los 108 años una vecina de Vilamarín, viuda y madre de cuatro hijos

Una de las "abuelas" ourensanas murió ayer en Ourense a los 108 años de edad. Se trata de Josefa López Blanco, que está siendo velada en Vilamarín, municipio del que era natural y donde hoy será enterrada. Josefa López vivió una larga vida, como lo indica su edad, pero además lo hizo con una gran lucidez, hasta que hace un tiempo su cuerpo se fue deteriorando, falleciendo en el domicilio de una de sus hijos, con la que convivía, mientras dormía. Era viuda desde los 45 años y madre luchadora de cuatro hijos, según recordaba ayer el alcalde de ese municipio, Amador Vázquez, que ensalzó su faceta de gran conversadora y mejor "cantora". Vivió hasta hace muy poco de forma independiente porque, pese a su edad, su estado de salud era envidiable, pese a sacar adelante a cuatro hijos, algunos de muy corta edad cuando falleció su esposo y dedicarse toda su vida a labores agrarias y al trabajo en el campo.

Josefa López Blanco no es la única ourensana que consiguió alcanzar los 108 años de edad. Todavía en febrero pasado, otra centenaria de Cartelle, Josefa Alvarez, celebraba sus 108 años plenamente lúcida, amiga del baile y de cantar muiñeiras. En cierta ocasión, en uno de sus cumpleaños, declaró, firme, que el secreto de su larga vida no es otro que la soltería. Porque es soltera y sin hijos, natural de Ramirás, y aún está considerada como la segunda más longeva de Galicia y la más "veterana" de Ourense, con permiso de la ahora fallecida Josefa López, de su misma edad.

Cada vez es más frecuente conocer casos de ourensanos de más de 100 años, al mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, que disparan la esperanza de vida. También reflejan, en cierto modo, el grado de envejecimiento de la población ourensana, en este caso porque l relevo por el otro extremo de la pirámide, la población infantil y joven cae notablemente en cada estadística.