La falta de local hace peligrar la labor educativa de Vagalume

Taller de Vagalume en el Instituto Martaguisela
Las reticencias que mostraron los centros educativos de O Barco a la petición de un local que formuló la asociación socioeducativa Vagalume no le impidieron desarrollar los talleres infantiles de verano. Pese a ello, la directiva que coordina José Fernández López se encontró con serios problemas para encontrar un aula en la que atender a los 80 niños inscritos. Sus edades están comprendidas entre los tres y los 11 años y de ellos se ocupan 11 monitores.
La solicitud del local fue desestimada por los colegios Julio Gurriarán y Condesa de Fenosa, que alegaron estar en obras. Al final, el taller se instaló en el Instituto Martaguisela, aunque los niños sólo podrán ocupar sus instalaciones en el mes de julio pues la directiva advirtió que la cesión de sus aulas es imposible en agosto, también a causa de ciertos trabajos de reforma.

José Fernández recuerda que durante el curso pasado había solicitado un local a otro centro. Pretendía ocuparlo por las tardes para desarrollar el programa de apoyo a alumnos con problemas. La petición recibió una rotunda negativa.

Pese a todos los impedimentos, Vagalume sigue adelante con sus talleres de verano, que en agosto se trasladarán al 'Aula da Xuventude' y en la Ludoteca del Concello, dos salas que están ubicadas en el edificio de la Biblioteca municipal.


INMIGRANTES

El colectivo confía en que el Plan de Cooperación de la Xunta le ayude a dar continuidad a las actividades de apoyo a estudiantes inmigrantes o con problemas de aprendizaje, así como a aquellos niños que fueron privados de la escolaridad en sus centros. Este programa atendió a 60 alumnos durante su última etapa, que se desarrolló en los locales de Cáritas Interparroquial.

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