Desde un viejo poste de la luz derribado al suelo en la zona donde están ubicadas las bodegas hasta la rotura de dos tramos de la baranda de granito, pasando por papeleras arrancadas o señales de circulación tiradas
La XX Festa das Covas, que se desarrolló el pasado 6 de agosto con la asistencia de más de 4.000 personas, también tiene su lado negativo: los daños ocasionados en el mobiliario urbano y en bienes públicos de Vilamartín.
Desde un viejo poste de la luz derribado al suelo en la zona donde están ubicadas las bodegas hasta la rotura de dos tramos de la baranda de granito, pasando por papeleras arrancadas o señales de circulación tiradas. Todos estos desperfectos fueron causados en apenas unas horas por algunos de los asistentes a la fiesta que organiza la Asociación de Coveiros de Vilamartín con la colaboración del Concello.
Estos daños son conocidos por el alcalde. Enrique Álvarez Barreiro mostró su preocupación ante unos destrozos que en ediciones anteriores apenas hubo y anunció la próxima convocatoria de una reunión con los organizadores de la fiesta. El regidor consideró necesario aumentar las medidas de seguridad establecidas y apostó por aumentar el personal dedicado a este capítulo.
