El profesor acusado de abusar de ocho niños en Valdeorras, Agustín O.G., pretende seguir dando clases de Religión, de ahí que no esté dispuesto a aceptar las condiciones del ministerio fiscal para no ir a juicio.
El fiscal, para pactar una sentencia de conformidad, exige que se le inhabilite para ejercer la docencia a menores por un periodo de 32 años. A cambio, el inculpado no ingresaría en prisión (el fiscal está dispuesto a que la condena sea de dos años de cárcel) si bien debería hacer frente a una pena de multa importante.
Mientras, el letrado del inculpado no quiso pronunciarse ayer claramente sobre los problemas de la negociación, asegurando que no hablará de ello hasta mañana, el día en que está previsto que comience la primera de las sesiones de la vista oral en el Juzgado de lo Penal 2 (un juicio a puerta cerrada). En caso de no llegar a un acuerdo, el fiscal reclama en su escrito de calificación un total de 19 años de prisión por ocho delitos de abusos sexuales a escolares de entre ocho y diez años en los colegios públicos de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras) y Rubiá durante varios cursos.
Según el fiscal, que recogió el testimonio de los menores, el inculpado, profesor de Religión en cuatro colegios de la comarca valdeorresa, sentaba en el regazo a los niños y les acariciaba por debajo de la ropa, les lamía las orejas y, en tres de los casos, llegó a tocarles los testículos o el pene.
El acusado reconoció las caricias, dentro de un contexto de afecto, pero no los tocamientos en los genitales.
