La muerte de dos jóvenes de 18 años en Chantada (Lugo) en la madrugada del martes al irrumpir un jabalí en la N-540 (Ourense-Lugo) no es un caso aislado en el que el animal provoca resultados letales. En septiembre, se cumple una década del trágico accidente que se cobró la vida de Javier B.A., de 24 años, en la autovía Rías Baixas a su paso por Cenlle, y provocó graves lesiones a otros cuatro con edades comprendidas entre los 21 y 28 años. Los jóvenes, que habían estado en Ourense, regresaban a Vigo y una manada se cruzó en su camino y lo malogró. El coche en el que viajaban los cinco volcó al tratar de esquivar a la madre y sus crías.
Desde entonces, no hubo más muertos en la provincia atribuidos a una colisión con suidos, aunque sí una veintena de heridos. Pero, según fuentes de la Guardia Civil, “es cuestión de tiempo, porque la rueda gira, teniendo en cuenta la enorme población de jabalíes en la provincia, una de las de mayor incidencia de atropellos junto a Lugo y Zamora”.
En 2021, según los datos de la Dirección Provincial de Tráfico, el índice de siniestros fue preocupante: 1.102 en un año protagonizados por el jabalí de los 1.626 atribuidos a toda la fauna, el dato récord de los últimos diez años, en los que los accidentes con suidos superan los 6.500. No en vano, el jabalí causó en 2021 el 35% de los siniestros automovilísticos de todo tipo.
Los accidentes con animales silvestres y domésticos (perros, vacas, ovejas, gatos…), desde hace un par de años, superan el 51% de la estadística de siniestralidad viaria. Y la tendencia continúa. Según los datos que maneja la Guardia Civil de Ourense, en lo que va de 2023 los suidos ya provocan un promedio de dos accidentes al día (la misma que el año pasado). Pero hay días de cinco, seis o hasta nueve. Este martes, por ejemplo, entre las 07,40 horas y la 01.00 del miércoles, fueron notificados cinco percances en la N-120, N-525, OU-114 y dos en la OU-540.
Entre enero y estos primeros días de agosto, hubo 485 atropellos a jabalíes, a los que hay que sumar los incidentes con corzos (243), cada vez más habituales o los lobos, estos últimos en la zona de A Mezquita. A falta de cinco meses para acabar el año, los animales silvestres y domésticos ya causaron 826 percances automovilísticos.
La presencia de animales en las carreteras se ha convertido en un problema de seguridad vial lo que requiere, a juicio de los expertos, soluciones urgentes. “Para evaluar la magnitud del problema debemos contar con un censo que se ajuste a la realidad del problema, y de esta forma eliminar el excedente con batidas, así como posibilitar a los efectivos que acuden a los accidentes a neutralizar a los animales que supongan un riesgo en las carreteras”, valoran fuentes del Instituto Armado.
Benito Bouzada, técnico de educación vial, advierte que mientras los siniestros con animales sigan siendo “una pandemia en Ourense y Lugo” hay que tomar precauciones: “De noche, debemos reducir drásticamente la velocidad para aumentar la distancia de seguridad y el tiempo de reacción, circulando siempre que se pueda con las luces de largo alcance”. Ante la irrupción súbita en la calzada, “debemos evitar una maniobra evasiva, salvo que tengamos la confianza en la pericia del control del vehículo”. A su juicio, “es preferible atropellar al animal antes que salirse de la vía”.
