Los vecinos de Arnado (Vilamartín) llevan más de un lustro sin beber agua del grifo.
Aseguran que las filtraciones de la fosa séptica de Fervenza (O Barco), situada a apenas cinco metros de la captación de la aldea, contamina la traída. En el pueblo prefieren surtirse en las fuentes próximas, aunque para ello tengan que recorrer los 3 kilómetros que separan su núcleo de Penouta o bien comprar agua embotellada en los supermercados de O Barco (a 4 kilómetros) o Vilamartín (a 6 kilómetros). 'A auga da captación non é potable, só a usamos para regar', dijo Joaquín Otero. Es uno de los 42 habitantes de una aldea donde la mayoría son ancianos y no se pueden desplazar para conseguir el suministro.
La alcaldesa popular de Vilamartín, Jesusa Candal, que se encontró con el problema al llegar a la alcaldía, anunció su propósito de resolverlo definitivamente. Un fruto de sus gestiones fue la reciente visita de los técnicos de la Diputación a la captación. 'La semana que viene tendrán los presupuestos de la reforma', dijo la regidora. Añadió que la traída lleva cloro y que no debería suponer riesgos sanitarios, aunque reconoce que el líquido no invita a beberlo.
La traída de Arnado amenaza con enturbiar las relaciones entre O Barco y Vilamartín, posibilidad que intenta evitar la alcaldesa. 'No está bien que un concello denuncie a otro', dijo. Su vecino y regidor socialista de O Barco, Alfredo García Rodríguez, mantuvo siempre que no hay certeza de que la contaminación proceda de la fosa séptica de Fervenza. Recordó que el Concello realizó obras para evitar cualquier asomo de duda y que, la solución no es municipal. 'Tendrá que arreglarlo el Consorcio de Augas de Valdeorras', el nuevo organismo formado por Augas de Galicia, Diputación y los nueve concellos de la comarca para gestionar las aguas residuales.
La alcaldesa popular de Vilamartín, Jesusa Candal, que se encontró con el problema al llegar a la alcaldía, anunció su propósito de resolverlo definitivamente. Un fruto de sus gestiones fue la reciente visita de los técnicos de la Diputación a la captación. 'La semana que viene tendrán los presupuestos de la reforma', dijo la regidora. Añadió que la traída lleva cloro y que no debería suponer riesgos sanitarios, aunque reconoce que el líquido no invita a beberlo.
La traída de Arnado amenaza con enturbiar las relaciones entre O Barco y Vilamartín, posibilidad que intenta evitar la alcaldesa. 'No está bien que un concello denuncie a otro', dijo. Su vecino y regidor socialista de O Barco, Alfredo García Rodríguez, mantuvo siempre que no hay certeza de que la contaminación proceda de la fosa séptica de Fervenza. Recordó que el Concello realizó obras para evitar cualquier asomo de duda y que, la solución no es municipal. 'Tendrá que arreglarlo el Consorcio de Augas de Valdeorras', el nuevo organismo formado por Augas de Galicia, Diputación y los nueve concellos de la comarca para gestionar las aguas residuales.
