La última helada se llevó por delante más de la mitad de la vendimia de la bodega cooperativa de O Barco. Numerosas viñas de municipios barquense y de Rubiá fueron arrasadas y obligarán a Jesús Nazareno a aumentar la cantidad de uva comprada a particulares para abastecer a sus clientes.
La helada se llevó más de la mitad de la vendimia de la bodega cooperativa barquense Jesús Nazareno. Su presidente, Manuel Fernández, confirmó ayer que e l frío registrado a mediados de la semana pasada provocará un descenso de la cosecha superior al 60%. Esta merma preocupa y mucho a la junta rectora, que ya se prepara para aumentar la compra de uva a productores ajenos a la sociedad buscando evitar que sus clientes queden desabastecidos.
El brusco descenso de la temperatura fue más acusado en la madrugada del pasado miércoles, cuando los termómetros alcanzaron un grado bajo cero en ciertos parajes. Aunque la intensidad de la helada no fue excesiva, sorprendió a las cepas con los brotes muy avanzados, quemando viñedos enteros. El frío afectó a toda Valdeorras, desde Larouco hasta Vilamartín, pero especialmente a los municipios de O Barco y Rubiá, donde tienen sus viñas los 390 socios de Jesús Nazareno.
En los últimos días, el equipo técnico de la bodega cooperativa barquense recorrió los viñedos de los socios para corroborar que los daños son cuantiosos. 'Eu non teño ningún bago de uvas nas viñas. En godello e mencía algúns brotes xa tiñan 30 centímetros. Xa non se salvan. Hai viñas achicharradas', explicó el presidente, Manuel Fernández. Seguidamente, añadió que el frío se llevó por delante una cosecha que se presentaba muy grande. 'Era unha das mellores dos últimos anos', apuntó.
Para paliar la disminución de la cosecha, la junta rectora de la cooperativa barquense se prepara para pagar el 50% que le resta por pagar de la vendimia del 2009. Sus directivos son conscientes de que tendrán que aumentar la cantidad de uva comprada a viticultores ajenos a la sociedad para seguir atendiendo a su mercado.
El Consello evaluará los daños esta semana
Las quejas de los productores por los daños causados por la helada llegaron hasta el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras. Su técnico, Jorge Mazaira, indicó que las corrientes de aire propician que la helada castigue más a ciertas zonas. Esta circunstancia explica que las viñas más afectadas estén localizadas en O Barco y Rubiá.
En parajes como Vilobal, Vilanova o 'As Chás', muchas viñas perdieron el 90% de la cosecha con el frío. No obstante, en otras zonas hay viñedos que apenas sufrieron daños.
En todo caso, Jorge Mazaira prefiere aplazar la evaluación de los daños hasta el jueves de la semana próxima. Explica que hay conviene aguardar a que las plantas se desarrollen para ver si las cepas dañadas recuperan la producción o bien si la pierden definitivamente.
El técnico del Consello Regulador de Valdeorras apunta que cuando la helada sólo 'quema' las puntas de los brotes 'no pasa nada'. El problema se ciñe en aquellos que alcanzaron varios centímetros de tamaño.
Los efectos de la helada no se hicieron notar exclusivamente en las viñas, también numerosas huertas y cultivos de Rubiá y O Barco sufrieron pérdidas importantes, como sucede con las plantaciones de patatas.
El brusco descenso de la temperatura fue más acusado en la madrugada del pasado miércoles, cuando los termómetros alcanzaron un grado bajo cero en ciertos parajes. Aunque la intensidad de la helada no fue excesiva, sorprendió a las cepas con los brotes muy avanzados, quemando viñedos enteros. El frío afectó a toda Valdeorras, desde Larouco hasta Vilamartín, pero especialmente a los municipios de O Barco y Rubiá, donde tienen sus viñas los 390 socios de Jesús Nazareno.
En los últimos días, el equipo técnico de la bodega cooperativa barquense recorrió los viñedos de los socios para corroborar que los daños son cuantiosos. 'Eu non teño ningún bago de uvas nas viñas. En godello e mencía algúns brotes xa tiñan 30 centímetros. Xa non se salvan. Hai viñas achicharradas', explicó el presidente, Manuel Fernández. Seguidamente, añadió que el frío se llevó por delante una cosecha que se presentaba muy grande. 'Era unha das mellores dos últimos anos', apuntó.
Para paliar la disminución de la cosecha, la junta rectora de la cooperativa barquense se prepara para pagar el 50% que le resta por pagar de la vendimia del 2009. Sus directivos son conscientes de que tendrán que aumentar la cantidad de uva comprada a viticultores ajenos a la sociedad para seguir atendiendo a su mercado.
El Consello evaluará los daños esta semana
Las quejas de los productores por los daños causados por la helada llegaron hasta el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras. Su técnico, Jorge Mazaira, indicó que las corrientes de aire propician que la helada castigue más a ciertas zonas. Esta circunstancia explica que las viñas más afectadas estén localizadas en O Barco y Rubiá.
En parajes como Vilobal, Vilanova o 'As Chás', muchas viñas perdieron el 90% de la cosecha con el frío. No obstante, en otras zonas hay viñedos que apenas sufrieron daños.
En todo caso, Jorge Mazaira prefiere aplazar la evaluación de los daños hasta el jueves de la semana próxima. Explica que hay conviene aguardar a que las plantas se desarrollen para ver si las cepas dañadas recuperan la producción o bien si la pierden definitivamente.
El técnico del Consello Regulador de Valdeorras apunta que cuando la helada sólo 'quema' las puntas de los brotes 'no pasa nada'. El problema se ciñe en aquellos que alcanzaron varios centímetros de tamaño.
Los efectos de la helada no se hicieron notar exclusivamente en las viñas, también numerosas huertas y cultivos de Rubiá y O Barco sufrieron pérdidas importantes, como sucede con las plantaciones de patatas.
