Una placa homenajea a los seis asesinados cuyos restos fueron exhumados de una fosa común

Los fusilados en Cereixido descansan al fin en A Rúa

Isabel Rodríguez deposita un ramo sobre la fosa donde reposan los restos de sus familiares. (Foto: J.C.)
Los restos de seis personas asesinadas en el pueblo de Cereixido (Lugo), en 1936, fueron enterrados ayer en el cementerio de A Rúa Vella.
Media docena de urnas con sus cenizas fueron depositadas en la fosa que abrieron los voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Un sencillo acto, en el cual Xosé Rodríguez Ferrer leyó una poesía, puso fin a una labor que comenzó en 2008. En el mes de febrero de ese año, la ruesa Isabel Rodríguez Daga solicitó la ayuda del colectivo sin ánimo de lucro berciano para recuperar los restos de dos familiares, exhumados en 2008. Desde ayer conoce el lugar donde están sepultados Aureliano Rodríguez Arias y Ovidio Rodríguez López. '¡Ahí quedan! ¡Por fin!', exclamó cuando finalizó el homenaje.

El resto de las cenizas enterradas corresponden a Germán Fernández Prada, Manuel Feás Álvarez, Manuel Fernández Delgado y José Díaz López. La hija de este último, Ermitas Díaz Sánchez, tenía un año cuando su padre, de militancia socialista, fue asesinado. 'Ahora sé el lugar al que tengo que ir para depositar un ramo de flores', comentó.

Tanto Isabel Rodríguez como Ermitas Díaz quisieron sumarse al entierro y no dudaron en asir una azada, ayudando a explanar la cubierta de tierra bajo la que reposan los restos de sus familiares.

Una placa recuerda a los asesinados el 9 de septiembre de 1936, en Cereixido. Esta fecha fue conocida en los últimos días, según dijo el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías. Consta en el Registro Civil rues, en la anotación del fallecimiento de José Díaz, que atribuye su muerte a 'una batida acordada por la autoridad competente, con motivo de la lucha nacional contra el marxismo'.

Las cenizas fueron enterradas después de un acto desarrollado en el Consistorio de A Rúa, donde el alcalde socialista, Luis Fernández Gudiña, subrayó que 'por fin vaise dar soterramento dunha maneira digna a estas persoas, asasinadas no 1936'. A su vez, Santiago Macías, resaltó las dificultades que encontraron en Cereixido, donde la fosa común había sido alterada, 'por alguna obra' y apuntó que 'los restos también podrían pertenecer a alguien más'.

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