Javier Madera, técnico del Instituto Nacional que estudia la enfermedad, reconoce el esfuerzo realizado
El programa de reducción del polvo de sílice en las canteras y naves de producción de pizarra comienza a dar sus frutos. Esta mejora fue confirmada por el jefe de servicio del Departamento Técnico del Instituto Nacional de Silicosis (INS), de Oviedo. "El futuro de la pizarra se escribe sin silicosis", afirmó ayer en la sede de la Asociación Galega de Pizarristas, momentos antes de iniciar la presentación del proyecto promovido por el Clúster de la Pizarra y la Dirección Xeral de Enerxía e Minas.
Javier Madera explicó que el INS trabaja en un método vanguardista de medición del polvo en tiempo real. "Permite conocer dónde hay que mejorar", explicó. "A veces, el empresario hace un esfuerzo enorme y el resultado está muy lejos de lo que desearía", añadió, refiriéndose a un problema que pretende evitar. El jefe de servicio comentó que "hay que estudiar las particularidades de cada nave y actuar sobre ellas", pero los resultados obtenidos hasta el momento no pueden ser mejores. "Estamos en un punto de inflexión. La implicación del empresario y de la Administración es total. Solo puede haber una salida y es favorable", dijo.
Antes de la intervención de Javier Madera, habló Javier Iglesias Currás, ingeniero industrial de la consultora Inteco Ingeniería Avanzada. Expuso los resultados obtenidos con la instalación de equipos de aspiración de las naves y de impulsión de aire filtrado del exterior, un proyecto que completa el sistema de nebulización de agua para decantar el polvo, si bien este no puede ser utilizado durante el invierno, debido a la humedad.Javier Iglesias explicó que el equipo redactor visitó 10 naves de producción de pizarra, buscando las mejoras y los fallos de sus sistemas de eliminación del polvo de sílice. "La mayoría tienen un buen sistema de aspiración, pero habría que mejorar algunos puntos de la nave. Sobre todo, en la zona de embaladores", explicó.
Erradicar el alarmismo en el sector
