Los ganaderos critican las normativas del rural

Estado en que quedaron los montes de Forcadas, tras el incendio.
photo_camera Estado en que quedaron los montes de Forcadas, tras el incendio.

Un monte de Chandrexa ardió tras prohibirse las actuaciones pedidas

Un factor clave en la expansión de las llamas en los incendios forestales, 10.500 hectáreas en el que castigó Carballeda, Rubiá y O Barco, es el estado de abandono en que se encuentra buena parte del monte gallego. El despoblamiento del rural es aquí determinante, siendo una de las causas que influyen en este vaciado los impedimentos y prohibiciones administrativas. Al menos así lo estima la Asociación Agrogandeira do Macizo Central (Agromacen), cuyo presidente, Pedro Rodríguez Parente, se quejó de que “calquera traballo que imos facer está perseguido” y puso como ejemplo el de la comunidad de montes de mano común de As Forcadas, en Chandrexa de Queixa.

Las solicitudes que en 2021 realizaron los comuneros les fueron denegadas, total o parcialmente, desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, que en sus escritos argumentó que los montes están afectados por las medidas de protección de Rede Natura 2000. Este verano, las llamas del incendio de Vilariño de Conso arrasaron buena parte del terreno. Como consecuencia, el ganado no podrá pastorear en estos montes los próximos tres años.

Los comuneros habían solicitado permisos para una quema controlada, desbrozar una veintena de hectáreas, construir un depósito de agua o construir una pista para acceder más fácilmente al lugar donde pastorea el ganado y evitar un rodeo de unos 40 kilómetros. Solo obtuvieron permiso para limpiar una docena de hectáreas.

“A conservación do planeta se facía cando os ríos tiñan troitas, se pastoreaban os montes e non se impedía ou perseguía ningunha actividade agrogandeira que mantivera o terreo en produción, crease riqueza e fixase poboación”, planteó el presidente de Agromacen, un colectivo que agrupa a aproximadamente 400 productores. “Veu o lume de Prado Albar e arrasou. Ardeu o punto onde se pedía construir o punto de auga”, añadió. El escrito denegatorio de la construcción de este depósito argumenta: “Atopándose as actuacións (en parte o en todo) dentro dun espazo da Rede Natura, é sendo preceptivo informe do Servizo de Patrimonio Natural (do que lle envío copia), dito informe non autoriza os traballos para a construcción do punto de auga”. Pedro Rodríguez continuó exponiendo que “antes, estaba limpo o monte e agora queremos xestas, toxos e incluso especies invasoras” y quejándose de la Consellería de Medio Ambiente, plantea su incorporación a la de Medio Rural: “Por que Medio Rural ten que pedir permiso a outra consellería. Con esta maraña lexislativa aterroriza vir a vivir ao rural”.

Este diario contactó con la Consellería de Medio Ambiente para recabar una valoración acerca de las quejas de As Forcadas sin conseguir respuesta.

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