La Hidrográfica retira restos junto a las áreas quemadas

Trabajos en el entorno del río Galir.
photo_camera Trabajos en el entorno del río Galir.
El objetivo es evitar posibles inundaciones causadas por los arrastres de árboles y maleza

La eliminación de los tapones y la retirada de la madera del entorno de los cauces en la zona que ardió con el gran incendio que en julio castigó a Valdeorras es una prioridad para la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil (CHMS). Este organismo autónomo, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, anunció ayer la intensificación de los trabajos de restauración hidrológico-forestal de las zonas devastadas por el fuego.

Esta labor persigue evitar una mayor degradación de los hábitats que ardieron, evitando que el medio ambiente pueda causar nuevos daños como consecuencia de la erosión y el arrastre de la ceniza a los cauces fluviales.

El presidente de la Confederación Hidrográfica, José Antonio Quiroga, apuntó a este respecto que “hemos priorizado los trabajos de retirada de madera y tapones en zonas próximas a viviendas aisladas y a cascos urbanos para evitar daños por inundaciones o avenidas”.

También se refirió el máximo responsable de la CHMS a los métodos utilizados. Sobre este particular, dijo que “para evitar arrastres de cenizas, empleamos técnicas de bioingeniería no invasivas y ambientalmente sostenibles, como pequeños muros en piedra o madera y fajinas de troncos y ramas, lo que evitará su transporte hacia el cauce”.

Los trabajos están siendo realizados con la mayor rapidez posible, buscando impedir que la lluvia pueda provocar los temidos arrastres y deteriorar un suelo que en determinadas áreas vio mermada su cubierta vegetal. “Trabajamos contra reloj en zonas montañosas de fuertes pendientes, donde se ha reducido drásticamente la cubierta vegetal”, dijo José Antonio Quiroga. Seguidamente, añadió que el estado del terreno favorece que, en momentos de lluvia intensa, “el flujo de líquidos y sólidos hacia los cauces no presenta obstáculos y puede provocar problemas por arrastres y tapones aguas abajo de la zona quemada”,

La eliminación de cualquier riesgo de arrastres en las zonas de Valdeorras que se vieron más deterioradas por el fuego no es el único objetivo del organismo responsable de cuenca, que, según indicó su presidente, también trabaja en la restauración de otras zonas del Macizo Central y O Courel, también devastadas por los incendios.

Finalmente, en referencia al coste de todas estas actuaciones, José Antonio Quiroga apuntó que la inversión que está realizando el Gobierno central supera el medio millón de euros.

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