El sector del turismo de naturaleza y montaña de A Veiga inició con incertidumbre el periodo veraniego. No soplan vientos favorables para una actividad que comenzó el año con mucha animación pero que ahora preocupa a las entidades que la desarrollan. El presidente de Trevihost (Asociación de Turismo e Hostelería de Trevinca) y guía de montaña de “Terras Altas de Trevinca”, Juanjo Lorenzo, explicó que, si bien 2022 empezó con fuerza, en las últimas semanas los factores adversos comenzaron a sucederse. Hay uno al que apuntan todos los consultados: el alto precio del combustible. Su encarecimiento puede desanimar a posibles clientes de unas empresas que pretenden contrarrestarlo ofertando Pena Trevinca, la montaña y el Centro Astronómico Pena Trevinca. “Son nuestras grandes bazas”, apuntó Lorenzo.
“O gasoil está caro”, comentó antes de indicar que esta alza de los precios del combustible amenaza con reducir las salidas de los veraneantes. Juanjo Lorenzo considera que, al mismo tiempo, podría favorecer un turismo más local. “Poden non ir a praia e voltan a aldea”, explicó. Inmediatamente, matizó que, de ser así, muchos recurrirán a la casa familiar para alojarse.
Además de hablar del precio del combustible hay que apuntar los incendios forestales de los últimos días como otra posible amenaza. El fuego apenas alcanzó a este término municipal, pero la proximidad a la zona quemada genera inquietud y no son pocos los turistas que llaman preguntando si A Veiga fue afectada por el fuego. Las consecuencias de la guerra de Ucrania en la economía de las familias e incluso el desarrollo de la pandemia del covid-19 son otros factores que podrían influir negativamente.
En la casa de turismo rural “O Trisquel”, que regenta Marcos Pérez, comentan que, si bien julio fue bueno en cuanto a clientes y agosto está casi cubierto, “advertimos un parón en las llamadas para solicitar reservas. No se ve dinamismo en las llamadas”. También consideran que el precio del combustible “va a influir”, pues recuerdan que muchos de sus clientes proceden de ciudades como Vigo, A Coruña o Madrid. Además, consideran los incendios como otra preocupación: “La gente no quiere ir a sitios donde huela a humo. Personas que tenían reservas nos llamaron para ver cómo estaba esto”.
