Los incendios multiplican el número de perros callejeros

Hasta tres avisos de canes sueltos recibió diariamente la protectora Peludines Callejeros

El incendio que durante 13 días asoló la comarca no solo se llevó por delante viviendas, plantaciones o montes, también fueron víctimas suyas los animales, y no solo los salvajes. Desde la protectora Peludines Callejeros Valdeorras, Jorge Yáñez comentó que “con los incendios aparecieron perros por todos los lados. Quizá hubo personas que los soltaron o que los animales, asustados, escaparon, pero aquí no podemos meter a todos. Los dimos a conocer e intentamos encontrarles acogida. Recibimos hasta tres avisos diarios, muchos más de los que podemos atender. Fue muy duro y esto te va dejando poso”.

Hasta los agentes del Seprona de la Guardia Civil acudieron a la protectora para entregarle la pareja de cachorros de una persona que luchaba contra el fuego. Desafortunadamente, la hembra murió, pero el macho fue adoptado. También se ocuparon de otra cría con daños cerebrales recogida de un contenedor de basura, que se recupera en la clínica veterinaria que colabora con el colectivo: Valcan, de O Barco. 

La capacidad del recinto que la protectora atiende en Rubiá es limitada y aquí cuida a 10 perros que tuvo que desalojar el 19 de julio ante la proximidad de las llamas. Fue en esos momentos cuando toparon con lo mejor de la humanidad. “Hubo muchísima gente que escribió para decirnos que si los teníamos que sacar los avisáramos. Unos ofrecían su casa, otros el jardín, el patio o incluso la bodega”, explicó Yáñez, quien asegura que en estos momentos, cuando el fuego ya fue dado por extinguido, asegura que “aun así, seguimos atentos”. Este seguimiento lo realizan con un teléfono móvil que usan como cámara y que les permite visualizar el lugar en todo momento.

En Peludines Callejeros se desviven para conseguir adoptantes de perros callejeros, pero insisten en que, primero debe cambiar la mentalidad respecto a ellos. Mientras esto no se consigue, Jorge Yáñez tiene en mente hacerse con una finca más grande, si bien recalca: “Más que tener una protectora enorme debe cambiar la mentalidad y aquella gente que no trate bien a los animales debe ser sancionada”.

La protectora de gatos Patrulla Felina también tuvo que sacar a sus 18 animales del recinto de Viloira donde los cuidan, pudiendo ofrecer este lugar a Peludines Callejeros para que resguardasen en él a tres de sus perros cuando las llamas se alejaron. “No había otra opción”, comentó su portavoz, Lorenzo Abelaira, quien también habló de que el aumento del coste de la vida provocó un bajón en la ayuda que recibe el colectivo.

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