La mayoría de usuarios de Cáritas Interparroquial de O Barco tienen nacionalidad española. Esta preponderancia, que resaltó su presidente, Julio Mourelo Fulgueral, fue refrendada por el balance de la actividad de 2010, hecho público ayer. El 57,68% de los servicios prestados tuvieron a españoles como destinatarios, siendo para extranjeros el 42,32% restante.
Casi 3.000 personas, 2.976 más concretamente, acudieron a la ONG barquense en busca de ayuda para su familia. Sus peticiones estuvieron dirigidas al suministro de alimentos, ropa o ayuda económica para afrontar los recibos de la luz, agua, alquiler o medicamentos. El capítulo de emergencias se llevó 4.901 euros del presupuesto anual.
A lo largo de 2010, la oficina que atiende Isabel Álvarez, trabajadora social de Cáritas, registró 64 altas de familias. El servicio comenzó a recibir solicitudes de ayuda para encontrar trabajo, una petición que antes de la crisis no era demasiado frecuente. Fueron 69 las recogidas en el pasado ejercicio. Finalmente, la atención a transeúntes también subió, siendo 552 los que recurrieron a la entidad benéfica.
Una de las secciones que más trabajo tuvo fue el banco de alimentos. Cáritas destinó 2.478 euros para adquirir comestibles, a los que sumó los donativos habituales y los 3.655 recogidos en la Operación Kilo. Además, distribuyó otros 4.709 kilos del Fondo Social Europeo, una ayuda que antes prestaba el Área de Servicios Sociais del Concello y que fue delegada a la organización que dirige Julio Mourelo.
El balance anual arroja un saldo negativo de 1.186 euros, siendo 60.023 euros los ingresos y 61.209 los pagos. Estas cifras suponen un aumento considerable respecto a 2009, cuando los gastos sumaron 44.791 euros. Una partida importante fue para las campañas de Navidad (8.213) y de ayuda a Haití (13.659). A su vez, el capítulo de gastos asistenciales, que incluye desde la compra de alimentos hasta la estancia de los transeúntes, fue de 14.627 euros.
A lo largo de 2010, la oficina que atiende Isabel Álvarez, trabajadora social de Cáritas, registró 64 altas de familias. El servicio comenzó a recibir solicitudes de ayuda para encontrar trabajo, una petición que antes de la crisis no era demasiado frecuente. Fueron 69 las recogidas en el pasado ejercicio. Finalmente, la atención a transeúntes también subió, siendo 552 los que recurrieron a la entidad benéfica.
Una de las secciones que más trabajo tuvo fue el banco de alimentos. Cáritas destinó 2.478 euros para adquirir comestibles, a los que sumó los donativos habituales y los 3.655 recogidos en la Operación Kilo. Además, distribuyó otros 4.709 kilos del Fondo Social Europeo, una ayuda que antes prestaba el Área de Servicios Sociais del Concello y que fue delegada a la organización que dirige Julio Mourelo.
El balance anual arroja un saldo negativo de 1.186 euros, siendo 60.023 euros los ingresos y 61.209 los pagos. Estas cifras suponen un aumento considerable respecto a 2009, cuando los gastos sumaron 44.791 euros. Una partida importante fue para las campañas de Navidad (8.213) y de ayuda a Haití (13.659). A su vez, el capítulo de gastos asistenciales, que incluye desde la compra de alimentos hasta la estancia de los transeúntes, fue de 14.627 euros.