Jesús Álvarez afronta la fiesta de Santa Rita por primera vez como párroco de O Barco, puesto que ocupa desde septiembre. “La experiencia está siendo muy bonita, me lo tomo como un reto. Yo vengo de Cacabelos, un pueblo de cinco mil habitantes, O Barco son diez mil. Ver, escuchar y observar cómo está la parroquia es lo que hice cuando llegué. Hemos hecho pequeños cambios, nada traumático. Son tiempos nuevos, diferentes. He de decir que es una iglesia muy bien organizada, que funcionaba muy bien. Cuando es así mejor no cambiar nada”, detalla.
“La fiesta de Santa Rita es devoción, un culto muy vivo, es mucha la gente del Bierzo que no se la pierde. La iglesia está todo el día abierta”, relata Álvarez, que se estrenó como sacerdote “en la parroquia de A Veiga hace casi cuarenta años”, precisa.
Recuperar nuestra vida
Una fiesta por fin con normalidad, sin las restricciones de ediciones anteriores… “A mí no me gusta la palabra normalidad, se vuelve contra nosotros. Lo que sí, tenemos muchas ganas de recuperar nuestra vida, de salir, de sentarnos en una terraza, de vernos, a algunos sólo los conocemos con la mascarilla puesta. En este sentido, la Semana Santa fue espectacular en O Barco. La normalidad es volver a vivir”, subraya el párroco, preparado “para reeditar esa normalidad, para que volvamos a abrazarnos. El mundo necesita menos violencia y menos guerras y mucho más sentimiento y también esperanza”, recalca el párroco de O Barco de Valdeorras.
Disfrutar de la celebración
“Tenemos todo el derecho a recuperar la alegría, las fiestas también son un impulso económico. Me acuerdo de la restauración, lo han pasado mal, estos días recobran la ilusión. Es importante retomar lo que era nuestra vida de hace tres años, es una celebración en la que barquenses y visitantes deben disfrutar”, remarca.
Regresa la procesión, quizá el momento más emotivo de toda celebración religiosa. “Ahora estamos con la Novena, terminamos este sábado. Tenemos una novedad este año, la Ronda a Santa Rita, el sábado a las ocho y media, después de la misa de ocho. La ronda es algo muy habitual en el Bierzo. Vamos a contar con Alberto González, el tenor, la mejor voz del Bierzo. Cantará en la misa y luego también otro tipo de canciones, no necesariamente religiosas. El templo es inmenso. Y sí, el domingo será la procesión, tras la misa de doce, en la que contaremos con la presencia del Obispo. Antes la tendremos a las ocho, nueve, diez y once de la mañana”, finaliza Jesús Álvarez.
Una nueva cofradía “que forma parte de la vida del templo”
La formación de una nueva cofradía es un punto en el que pone el foco el párroco de O Barco, que hace hincapié en que “en apenas dos días tenemos ya ochenta miembros. Una cofradía es una pieza muy importante, forma parte de la vida del templo, es en cierta medida su motor”.
Jesús Ávarez sustituye al frente de la parroquia de O Barco de Valdeorras a Tomás Rodríguez. Al poco de llegar decidió recuperar una tradición perdida, la bendición de animales por San Antonio. Lo primero que hizo el sacerdote fue adquirir para la parroquia una figura del santo. Y acto seguido convocó una bendición de animales a la que acudieron alrededor de medio centenar de propietarios con sus mascotas, fundamentalmente perros y gatos, aunque también hubo algún pez. Después de bendecirlos en el exterior, en el interior de la iglesia hubo misa. La cita tuvo también un componente solidario, ya que se recogieron alimentos para mascotas .
