Los juguetes recogidos por los voluntarios de Cáritas Interparroquial de O Barco de Valdeorras comenzaron a iluminar con sonrisas los rostros de los niños de familias necesitadas de la zona. Ayer comenzó la entrega de los lotes de juguetes que a lo largo de todo el año prepararon Aurora Carballal y su marido, Gonzalo Carracedo. No están solos, les ayuda un equipo de voluntarios formado por María Luisa, Odette, Javier, Loli, Bea, Camilo, Natalia, Isabel y Eli.
Al frente está Aurora Carballal, quien hace 14 años comenzaba a recoger los juguetes que llegaban a Cáritas de O Barco para su entrega a las familias necesitadas. Lo que comenzó con dos cajas de peluches se convirtió en cientos de juegos para los más pequeños. Hoy en día, las donaciones llenan una amplia sala en los bajos de la iglesia barquense de Santa Rita.
La labor es ardua y, si bien los juguetes son entregados a las familias en las fechas navideñas, para su preparación son precisos los 11 meses anteriores para limpiarlos, quitarles el polvo o arreglarlos. Catorce años es mucho tiempo y son los que lleva al frente de este proyecto solidario Aurora Carballal. Está agotada y hace un llamamiento para que alguien la releve.
Aunque el trabajo es arduo, tiene su lado amable en “la cara de alegría de los niños. ¡Que puedan disfrutar de la Navidad como los demás! No lo puedo agradecer porque lo disfruté”, comenta Aurora. También explica que en estos últimos años, los juguetes que más ilusionaron a los pequeños fueron los eléctricos.
Aurora Carballal: “Lo que más satisfacción da es la cara de alegría de los niños. ¡Que puedan disfrutar de la Navidad!”
La gran mayoría de los juguetes llegan a Cáritas del propio Concello de O Barco, pero también hay donativos de otros lugares, como Madrid o A Coruña. Estos dos últimos años, el covid-19 influyó en el reparto y los niños menores de 10 años se llevan a sus casas grandes bolsas con los regalos.
También varió la forma de entrega, pues si antes de la pandemia los pequeños elegían los regalos en la sala de exposición, ahora no pueden hacerlo. Previamente, los padres tuvieron que contactar con la ONG diocesana para pedir cita. Fueron 43 las familias que la solicitaron, pero desde la organización, su trabajadora social, Isabel Álvarez, aclaró que si algún niño quedó fuera del reparto por no haberlo solicitado aún podría pasar por Cáritas durante los próximos días para recoger algunos de los que no entregaron.