Continúa la tensión en el sector de la pizarra en Carballeda de Valdeorras
La actividad en las pizarreras Irosa y Samaca, ubicadas en Carballeda de Valdeorras, se desarrolló ayer con total normalidad. La amenaza del levantamiento que un juzgado anunció para el 1 de marzo no llegó a cumplirse tras la expropiación de los terrenos, cuya acta de ocupación firmaron representantes de las industrias en la sede ourensana de la Jefatura Territorial de Industria.
El pleito fue iniciado por la Junta de Montes de Portela-Trigal hace ocho años, al no alcanzar un acuerdo sobre el arrendamiento de aproximadamente 14 hectáreas ocupadas por las industrias, un alquiler que las empresas consideraron “desproporcionado”.
La amenaza del levantamiento hizo temer por la pérdida de sus empleos a los 300 trabajadores de las pizarreras, mientras que integrantes de la Junta de Montes protestaban porque “a Xunta de Galicia quítanos o monte para darllo a Irosa e Samaca”. Este órgano vecinal también recibió críticas de vecinos que no son admitidos como comuneros, a pesar de tener sentencias favorables.