Margo Pool, la viuda de Martin Verfondern, tiene ganas de pasar página, pero aún no da por resuelto el homicidio de su marido con la detención de los dos hermanos. Ayer lo dio a entender cuando comentó: "Vamos a ver cómo acaba. Todavía no está cerrado todo".
Esta vecina de Santoalla insiste en afirmar que no tiene miedo a vivir en la aldea de Petín, donde sólo reside otra familia, precisamente la de los dos detenidos. "¿Miedo? No. ¿Por qué iba a tenerlo? Yo no tenía problemas con esa familia", dijo. Ya en referencia a los detenidos, Margo Pool comentó que no sospechaba especialmente de los dos hermanos, aunque no descartaba que esa familia pudiese tener algo que ver con la desaparición de Verfondern. "De ellos no sospechaba, de la familia sí", explicó. También corroboró las diferencias que mantenían con el fallecido en torno a los montes comunales.
En todo caso, esta vecina de Santoalla considera que las detenciones no variaron en nada su situación. "No ha cambiado nada. Yo sigo mi vida normal", comentó.
"Es muy triste", dijo refiriéndose a la trágica muerte de su marido, provocada el 19 de enero de 2010, y a la detención de los dos hermanos por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense, que les imputa un delito de homicidio.
