El ataque de los hongos y el granizo amenazan con reducir en más de un 30 % la producción de uva que recogerá Valdeorras
El sector del vino de la provincia confía en que la lluvia haga acto de presencia antes de la próxima vendimia. Solo el agua podría maquillar los resultados de un año que no está siendo excesivamente bueno en la Denominación de Orixe Valdeorras, donde fuentes próximas a la Administración estimaron que la cosecha será de un 30 % a un 40 % inferior a 2015, cuando alcanzó los 6,5 millones de kilos. El presidente del Consello Regulador, Francisco García Álvarez, optó por la cautela y delegó en los técnicos de este organismo cualquier estimación de la producción. "Os técnicos quedaron en saír ás viñas", explicó. En todo caso, hace un par de semanas cuantificaban en 10 % la reducción prevista.
Los cálculos que realizaron el presidente de la bodega cooperativa barquense Jesús Nazareno y el propietario de la bodega A Tapada, de Rubiá, se aproximan más a un porcentaje superior al 30 %, apuntado anteriormente. "Un 30 % case seguro, anque se lle da por chover as uvas engordarán un montón", dijo el barquense Manuel Fernández. Matizó que los factores adversos afectaron más a unas zonas que a otras, como también aclaró Senén Guitián, desde Rubiá. "En xeral, paréceme que si pode ser un 30 % inferior", dijo.
Las viñas de Rubiá, al igual que las de Xagoaza (O Barco), Córgomo (Vilamartín) o Chandoiro (O Bolo) fueron muy castigadas por el granizo. La piedra no fue su único azote, según las fuentes consultadas por este diario. También jugaron en contra de los viticultores el virulento ataque de mildiu -al que muchos productores no respondieron a tiempo-, el viento, la floración irregular y unas temperaturas capaces de secar los racimos expuestos al sol. Todos estos factores también influyeron en la fecha de inicio de la vendimia, que se retrasará, cuando menos, hasta el 10 de septiembre. En 2015, la recogida de la uva comenzó el 24 de agosto.
El bodeguero de Rubiá Senén Guitián ya anunció su intención de comprar uva para paliar la reducción de la cosecha. Incluso habló del precio al que abonará la uva de la variedad godello -2 euros más IVA (impuesto de valor añadido) por kilo-, así como del plazo de pago: primera quincena de noviembre. En 2015, su precio en la DO no alcanzó 1 euro. El problema para algunas bodegas será conseguir que alguien les venda uva, si se confirma la fuerte reducción.
