Ni el frío frena un baño en el Sil

La nieve caída de noche y que a las 9,00 horas aún podía verse sobre las zonas altas de los montes que rodean O Barco no consiguió que Antonio Paradelo Afreijo faltase a su cita diaria con las aguas del Sil, en el Paseo do Malecón, una costumbre que mantiene desde hace aproximadamente 15 años y que solo elude los días de lluvia.

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