Las bajas temperaturas bajo cero registradas en los últimos días están causando serios trastornos a Renfe y a sus usuarios. Al igual que sucedió en la mañana del viernes, el frío congeló la catenaria del tren Alvia que cubría la línea Vigo-Barcelona, entre las estaciones de A Pobra do Brollón y Monforte. El hielo lo detuvo, dejándolo sin suministro eléctrico.
Por segundo día consecutivo, Renfe hubo de recurrir al autobús para transportar a los 177 pasajeros que en aquellos momentos viajaban en el convoy y a quienes esperaban en las estaciones, hasta Ponferrada y León, para continuar desde aquí el viaje en otro tren. Los primeros permanecieron más de una hora en el interior del convoy averiado, sin luz ni calefacción, a pesar de la gélida mañana. “Fai moito frío dentro do tren. Estamos sin luz. Non nos diron nin unha botella de auga”, comentaba uno de sus viajeros, José Manuel Rodríguez. Viajaba con su mujer entre Santiago y O Barco de Valdeorras, dispuesto a disfrutar de la Navidad valdeorresa. Era la primera vez que se subía a un tren y difícilmente tendrá ganas de volver a hacerlo.
José Manuel Rodríguez y su mujer viajaban en el último vagón, que dejaron para recorrer andando un buen tramo de vía para acceder al autobús. “Eu rompín un zapato e unha muller caiu”, comentó, para seguidamente quejarse de la falta de información. También protestaron por esta desinformación los pasajeros que aguardaban en O Barco, adonde el tren debería llegar a las 10,15 horas pero donde subieron al bus a las 14,00 horas
