La proliferación de vertederos incontrolados en el municipio de O Barco de Valdeorras y, particularmente, en la zona de A Raña, preocupan a la oposición municipal. Lo apuntó el concejal popular Carlos Crespo, quien mostró su malestar ante los cada vez más numerosos lugares donde son abandonados residuos de todo tipo. Los muchos paseantes que recorren esta senda se encuentran con electrodomésticos como neveras o aparatos de microondas, pasando por neumáticos, piezas de vehículos, colchones o restos de obra.
El concejal barquense insistió en la necesidad de que el Concello tome medidas para erradicar de una vez por todas este problema que se arrastra desde hace muchos años. “¿Por qué no se toman medidas para que no siga ocurriendo?”, preguntó Crespo al equipo de gobierno. No es la primera vez que muestra su malestar, pues ya en 2015 señalaban públicamente los montones de basura acumulados en estos parajes.
La colocación de señales por el Instituto Galego de Vivenda e Solo, en las cuales advierte de la prohibición de arrojar basura en estos terrenos, añadiendo que quienes lo hagan se enfrentan a sanciones que pueden traducirse en multas por unas cuantías que oscilan entre los 901 y los 45.000 euros, dependiendo de la gravedad de los vertidos, no parecen desanimar a los infractores, como demuestra la aparición de nuevos vertidos recurrentes.
El alcalde barquense, Alfredo García, subrayó que “el responsable de los vertidos no es el Concello, sino quien vertió los residuos”, pese a lo cual, será este mismo Concello el que proceda a limpiarlos. Refiriéndose al abandono de ruedas usadas en la zona de A Raña, afirmó que no hace demasiados meses, el Concello retiró tres tráilers de neumáticos viejos.
El regidor anunció que el Concello tomará medidas para frenar estos vertidos, si bien también recordó que la Policía Local ya realiza un seguimiento de ellos, que confirman los expedientes sancionadores abiertos a infractores. Además, aludió a la colocación de cadenas destinadas a impedir el paso de vehículos por el lugar y la realización de campañas de limpieza. “Es una irresponsabilidad muy grande de muchos ciudadanos”, afirmó Alfredo García.
En todo caso, desde el Concello subrayan la dificultad que entraña identificar a los autores de los vertidos, al estar alejados estos parajes de los núcleos habitados. Eso sí, avisan que cuando localizan nuevos vertidos realizan un informe y que, en caso de sorprender a algún infractor, se le aplica la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados, que además de sancionar económicamente a quien la incumple, lo obliga a trasladar toda la basura arrojada al punto de limpio de Viloira.
