Una nutria muerde a un vecino de Petín al tratar de capturarla en la plaza del pueblo

Una nutria muerde a un vecino de Petín La presencia de nutrias en el río Sil la confirmó un vecino de Petín, Miguel Rodríguez, que hubo de acudir al Hospital de O Barco después de que un ejemplar le mordiese cuando la intentaba atrapar en la plaza, a 500 metros de la orilla.
El pueblo de Petín celebra estos días sus festejos locales, que gozan de fama en toda la comarca. Este año, la programación organizada por el Concello contó con un espectáculo imprevisto, pues una nutria decidía abandonar el río Sil y darse un paseo por la fiesta.
En su deambular del martes, 24 de julio, acabó en la plaza del pueblo, aunque antes hubo de recorrer los aproximadamente 500 metros que la separan de la orilla del río Sil. Cuando llegó al centro de Petín se desató la locura, comenzando una frenética persecución del animal, que no finalizó hasta que fue llevado en una jaula al Centro de Recuperación de Aves del Rodicio.
La “operación nutria” no fue fácil. El esquivo animal se resistía a dejarse capturar, como pudo comprobó Miguel Rodríguez. Este vecino de Petín intentó cogerla valiéndose únicamente de sus manos. Pocos minutos después entraba en el Área de Urgencias del Hospital comarcal Valdeorras, en O Barco, donde le aplicaron tres puntos de sutura en la mano izquierda para curar la mordedura que le regaló.
Tuvo más suerte Santos Rodríguez, aunque su fortuna la debe en buena medida a su experiencia como cazador. Consiguió atrapar al mustélido con una caja de fruta. En una primera intentona el animal la levantó con las patas y se dio a la fuga, pero a la segunda fue la vencida. Su captor se sentó encima del envase y su peso fue excesivo para la atlética nutria. Todo ello, en medio del tremendo alboroto de la chavalería que disfrutaba de la fiesta. “Era unha novidade para os rapaces”, comentó.
Después de la peculiar cacería, el alcalde, Miguel Bautista, decidió avisar a las fuerzas de seguridad, respondiendo a su llamada la Guardia Civil. Acudió una patrulla del cuartel de O Barco, que usando guantes trasvasaron al animal de la caja de fruta a una de metal. En esta última viajó a su actual residencia, en el Centro de Recuperación de Aves de O Rodicio.

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