IGLESIA

El Padre Eterno volvió a ser portado sobre los devotos en Carballeda

Fieles de dos comarcas, Valdeorras y La Cabrera, abarrotaron las calles de la aldea de Lardeira

Un año más, cientos de devotos del Padre Eterno, se sumaron este domingo a las celebraciones que en su honor desarrolla la parroquia de Lardeira (Carballeda de Valdeorras). Acudieron desde los concellos valdeorreses más próximos, pero también de la vecina comarca leonesa de La Cabrera, si bien estos llegaron en menor número que otros años por coincidir con la festividad de la Virgen de la Estrella, en San Pedro de Trones.

Durante toda la mañana, decenas de vehículos subieron hasta Lardeira, núcleo que forma parte del reducido grupo de las poblaciones gallegas situadas a mayor altitud: 1.249 metros sobre el nivel del mar. La mayoría llegó en los momentos previos al inicio de la misa mayor y la procesión que la precede, dos actos religiosos en los que el cura párroco, Juan José Prieto, estuvo acompañado por el obispo de la diócesis de Astorga, Jesús Fernández González.

En los momentos previos al inicio de la procesión, los devotos volvieron a formar una larga fila, a la espera de la llegada de las imágenes de la Virgen del Rosario y el Padre Eterno. Los fieles aguardan a tener que agacharse para permitir que las tallas sean llevadas sobre ellos. La devoción marca que este paso debe realizarse siempre que uno esté dispuesto a incorporarse a la hilera humana que rodea la manzana donde está la iglesia, si bien deben cumplir un requisito: que sea un número impar de veces, habitualmente una o tres.

La devoción que existe en la zona, principalmente entre las gentes de Carballeda de Valdeorras, pero también en el cercano municipio de O Barco, lleva a muchos fieles a recorrer a pie los últimos kilómetros. Por ello, no se hace extraño encontrar en Lardeira a devotos en ropa de deportes y con bastones para ayudarse en su peregrinación.

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