Las comercializadoras de este fruto en la comarca por primera vez rechazaron solicitudes de trabajo

Los parados de la pizarra resuelven la falta de empleados en las envasadoras de castaña

Las demandas de trabajo desbordaron a las envasadoras de castañas valdeorresas. Si otros años tenían problemas para elaborar una lista de personas para emplear durante el mes y medio que dura la campaña, estos días los empresarios están desbordados. “Es la primera vez que nos pasa. Este año es exagerada la cantidad de gente que vino a pedir trabajo”, comentó Miriam Fernández, responsable de Castañas Rafael SL. Todos apuntan al mal momento de la pizarra como causa del aumento de las peticiones de trabajo.
“Este año hay mucha gente apuntada en la lista para trabajar en la castaña. Es una pena que no puede venir toda”, comenta Emilia Nascimento. Éste es la segunda temporada que trabaja en una nave de envasado de castañas, donde obtiene unos ingresos complementarios para la economía familiar. “Es una pena que el trabajo no sea todo el año”, explica, refiriéndose al mes y medio que viene durando cada temporada.

Emilia no es la única que apreció el fuerte incremento de demandas de trabajo. La responsable de Castañas Rafael SL, empresa para la que trabaja, coincidió con ella. Miriam Fernández exclamaba que “es la primera vez que nos pasa. Tuvimos que decirle que no a muchas mujeres y elaboramos una lista de 150 personas para trabajar”. Añadía que, en años anteriores, la empresa tuvo problemas para completar la lista por no encontrar personal suficiente y atribuye el brusco incremento al mal momento que atraviesa la pizarra. “Comentan que hay más solicitantes porque cerraron varias canteras”, dijo.

En Castañas Barredo SL, también apreciaron el aumento de solicitudes de trabajo. Su gerente, Francisco Barredo, dice que “este año notamos más gente anotada en la lista, pues crece el paro”.

Entre estas dos empresas contrataron a 70 trabajadores para la presente campaña, que se dedican fundamentalmente a seleccionar la fruta que llega a la nave. A ellos hay que añadir otros tantos de las otras dos comercializadoras de la comarca, ubicadas A Rúa y Larouco.

Los salarios varían en función de las horas trabajadas durante el mes y medio que suele durar la campaña, oscilando entre los 1.000 y los 2.000 euros. “Algo ayuda, ganas algo para mandar a Pakistán”, comenta Manzoor Abbas, de Castañas Rafael.

La producción descendió un 70% respecto al 2008

El oriente provincial -Valdeorras, Manzaneda, Viana, Frieiras- es el primer productor de castaña de la Comunidad Autónoma. Pero esta campaña muchos de los erizos de las castañas quedaron tirados en los sotos. La cosecha fue muy reducida y de escaso tamaño.

“Este año puede haber hasta un 70% de reducción de la cosecha”, comentó Francisco Barredo. En el sector se estima que la castaña recogida no alcanza las 1.000 toneladas, cuando la media de la zona se sitúa en torno a las 5.000 toneladas y es el segundo año que la cosecha sufre mermas importantes.

“Este año hubo muy poca y pequeña. Hay que calibrar mucha castaña para encontrar las buenas”, comentó Miriam Fernández.

El cambio climático, la enfermedad del “chancro” o el abandono de los sotos, en el sector vaticinan la futura desaparición de esta actividad. “Aquí va a desaparecer”, comentó Francisco Barredo.

Comparte su opinión Antonio Moral, el comprador de castañas berciano de Castañas Rafael SL. “El problema es que, aunque la quieran explotar, muchos castaños se secan. Probablemente, desaparecerá”, dijo.

PRECIOS

Esta campaña, los precios de compra de las castañas a los productores oscilaron entre los 0,80 y 1,40 euros por kilo.

Las comercializadoras separan las castañas en función del tamaño o calibre: destría, 120, 100, 90, 80 y 70.

Las cifras indican el número de unidades que entran en un kilo.

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