Provocaron su huida y lo retuvieron hasta que fue detenido, horas antes de que el juez dictase su ingreso en prisión

Una pareja de fontaneros reduce al agresor de dos vecinos de O Barco

El detenido sale del juzgado de O Barco
Un matrimonio de O Barco logró desarmar y retener al atracador de una pareja de ancianos de la villa hasta la llegada de la Policía Local. La juez ordenó el ingreso en prisión del detenido, natural de Robledo (Carballeda), mientras la investigación intenta esclarecer si también es el mismo que en marzo asaltó a un cura jubilado en A Rúa.
'Non quero facer comentarios pois cando te descuidas saes na televisión'. Estos fueron los términos que usó Joaquín, barquense y fontanero, al igual que su mujer, Mari, para defender su anonimato. Ayer le salvaron la vida a dos ancianos y consiguieron retener al atracador hasta que llegó la Policía Local. Ocurrió a las 9.00 horas, en el número 44 de la avenida Conde de Fenosa, donde trabajaba el matrimonio. La titular del Juzgado número 1 de O Barco dictaba ayer prisión sin fianza para el detenido, Joaquín Boadillo Núñez, de 42 años y vecino de Robledo de Domiz (Carballeda).

Todo comenzó cuando las víctimas, José Anta Blanco y Luzdivina Núñez Blanco, de 83 y 81 años, respectivamente, abrieron la puerta nada más oír el sonido del timbre. Pensaron que la llamada la había realizado el matrimonio de fontaneros que trabaja en el edificio. Sin embargo, se encontraron ante un hombre de gran envergadura que esgrimía una navaja. Le entregaron el dinero y las joyas que tenían en casa. Pero no fue suficiente, el atracador les causó varios cortes en el rostro y en el cuello.

Los fontaneros oyeron los gritos y no se lo pensaron. También pulsaron el timbre y Luzdivina logró librarse de su agresor lo suficiente para abrir la puerta. Instantes después, la mujer arrebataba la navaja al asaltante, que echó a correr escaleras abajo, perseguido por Joaquín, según indicó una vecina.

Lo atrapó en la esquina de la avenida Conde de Fenosa y la calle Castelao, pero no fue suficiente para reducirlo. 'Eu so non podería controlalo. Hai un bar enfrente e todo o mundo estaba mirando pola ventana', se quejó el fontanero. Añadió que 'as primeiras persoas que se ofreceron a colaborar foron dous anciáns que ían pola rúa'.

Ante las peticiones de ayuda, la propietaria de un negocio en ese punto avisó a la Policía Local desde el teléfono del establecimiento hostelero. Dos agentes se encontraban a 100 metros del lugar, lo que les permitió llegar inmediatamente y reducir al asaltante hasta que llegó la Guardia Civil.

En esos momentos, ya se habían incorporado más personas a colaborar en la retención del agresor. Pese a todo, Joaquín se mostró preocupado por la pasividad de muchos vecinos. 'Eu tampouco son valiente e creín que se me escapaba. Hai que ter máis colaboración', dijo el fontanero.
Poco después, las víctimas eran trasladadas al Hospital comarcal Valdeorras en dos ambulancias del 061 barquense.

En un principio, sus cortes no parecían revestir gravedad. Sin embargo, pocas horas después, José Anta Blanco era trasladado al Hospital de Ourense. Su hijo, José Anta, tras narrar cómo se desarrollaron los hechos, comentaba que 'si no llega a ser por los fontaneros los mata'.

Acto seguido, la Guardia Civil identificaba al detenido como Joaquín Boadillo Núñez. La investigación, que desarrolla la Policía Judicial ruesa, no descarta que se trate de la misma persona que el pasado 28 de marzo hirió al cura jubilado Amadeo Blanco Rodríguez, en su piso de A Rúa, también para robarle. En esta dirección podrían apuntar las coincidencias de los robos, como el arma o la violencia empleada. La investigación aguarda por el resultado de ciertas pruebas para confirmar o descartar esta posibilidad.



'Quizás alguien le llevó por el mal camino'

La detención de Joaquín Boadillo destrozó a su padre, Antonio, de 67 años. '¡Lo que ha hecho que lo pague!' dijo, antes de añadir que 'Nunca tuvo un problema así'. Explicó que consumió drogas cuando vivió en Francia, aunque 'hacía tiempo que no tomaba' y se quejó de las malas compañías. 'Quizás se juntó con alguién que lo llevó por el mal camino'.

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