Sus problemas de movilidad hacen que su hijo se vea incapaz de ayudarla en sus desplazamientos

El peso de una vianesa obliga a intervenir a Protección Civil para un trasladado sanitario

Los dos sanitarios del 061 vianés tuvieron que solicitar la ayuda de cuatro miembros de Protección Civil para llevar hasta la ambulancia a Benilde Jares Domínguez. Su peso excesivo, superior a los 100 kilos, se sumó a los problemas de salud que padece para dificultar sus movimientos. Lo explica su hijo, Germán Jares, de 61 años, quien lleva dos años dedicado día y noche a cuidar de ella, aunque ahora se ve impotente para ayudarla. Ahora, un quiste le obligará a pasar por el quirófano y dejarla sola.
Germán Jares Domínguez está desolado. Con 61 años, lleva dos dedicados exclusivamente al cuidado de su madre Benilde Jares Domínguez, de 82. con quien vive en Fradelo (Viana). Ella, afectada por problemas constante de salud y con un peso que supera con creces los 100 kilos y que complica su estado. Apenas puede moverse y su hijo debe acompañarla día y noche. “Non podo ir a ningún sitio”, explicó Germán Jares.
La situación se le volvió aún más cuesta arriba hace cuatro días, después de tropezar en las escaleras de casa, lastimándose en las dos piernas. “Eu só non son capaz de movela e agora non é capaz de andar”, comentó su hijo.

Ayer, para subirla a la ambulancia del 061 vianés, los dos sanitarios debieron solicitar la intervención de Protección Civil, que movilizó a cuatro de sus integrantes. Entre los seis consiguieron introducirla en el vehículo que la condujo hasta el Hospital comarcal Valdeorras para tratarle las heridas de las piernas. “Caro lles costou levala entre todos”, explicaba Germán. Instantes después, el hijo se vino abajo: “Que vai facer ela soa!”, sollozó. Dándose la vuelta, mostró el bulto que le apareció en un hombro y que su médico le dijo que se trataba de un quiste que le obligará a pasar por el quirófano para eliminarlo. Pero para someterse al bisturí del cirujano deberá dejar sola a su madre.

“A cuida ben, pero non pode con ela”, comentaba una vecina. En el pueblo, todo son elogios hacia Germán. Sus convecinos no dudan en ayudarle siempre que la ocasión lo requiere. Sin ir más lejos, el Día de San José, muchos de ellos se concentraron ante la casa intentando convencer a Benilde para que fuese al Hospital. Pero todos sus esfuerzos fueron en vano y al final la ambulancia del 061 abandonó Fradelo sin la enferma.

A los problemas de movilidad hay que añadir la dificultad que entrañan unas escaleras empinadas y estrechas; tanto que el primer escalón tiene casi un metro de altura. Las barreras arquitectónicas de esta vivienda de labranza obligaron recientemente a la madre a permanecer sentada en un banco de piedra, adosado a la casa. Germán fue incapaz de acercarla hasta la vivienda y en el pueblo nadie dio señales de vida hasta después de varias horas.


El hijo solicita la ayuda del Concello

En el servicio municipal de Asistencia Social de Viana conocen sobradamente el problema de Benilde Jares Domínguez y de su hijo Germán, pues éste acudió en varias ocasiones solicitando su ayuda. En este departamento, le indicaron que la solución es ingresar a su madre en una residencia para la tercera edad. Pero ella no quiere.

Ya estuvo ingresada en un geriátrico y duró muy poco. Según cuenta su hijo, “a trataron mal e non quere voltar”. Ante esta negativa, la única salida que encuentra Germán Jares es que el Concello les asigne a una persona para ayudarle a cuidar a su madre. Mientras, él sigue dedicándose a su trabajo en el campo, buscando extraer el mayor rendimiento a las tierras que son propiedad de la familia.

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