Todos los fines de semana, cinco familias cargan sus furgonetas en el recinto

El precio de los restos de metal multiplica los robos en el Punto Limpio de O Barco

El Punto Limpio de O Barco es visitado por los ladrones todos los fines de semana. Cinco familias acuden en furgonetas para llevarse los objetos de metal y todos aquellos desechos que puedan tener algún valor.
El elevado precio alcanzado por los desechos de metal hace que el Punto Limpio de O Barco reciba la visita de los ladrones todos los fines de semana. Aprovechando la oscuridad nocturna, se cuelan en el recinto por una abertura de la valla que lo rodea. Ya en su interior, los cacos se llevan de todo, aunque preferentemente aquellos objetos que construidos en metal -como electrodomésticos- y otro tipo de productos que puedan tener el más mínimo valor.

Estas visitas se multiplicaron después que el Concello prohibió el acceso a unas cinco familias, que habían solicitado el permiso municipal para acudir con furgonetas para rebuscar entre la basura depositada en el lugar. La decisión municipal fue consecuencia de las riñas y enfrentamientos que hubo entre ellas.

A partir de ese momento comenzaron las visitas nocturnas al lugar. Aunque el botín del robo se reduce a electrodomésticos y otros objetos desechados, su hurto también causa ciertos perjuicios al Concello, que tiene contratada la retirada de la “ferralla”, que forman los restos de metal.

El precio de estos residuos bajó en las últimas semanas, según apuntaba la persona que se ocupa de retirarlos. Las cantidades que se pagan por ellos varían entre los siete céntimos abonados por el kilo de chatarra hasta los 2,5 euros por kilogramo que cuesta el cobre. A su vez, las restantes piezas de metal se pagan a un euro.

Esta basura metálica es transportada hasta Monforte, donde se prensa para su posterior envío a Asturias. “Aquí se recicla”, explicaba la persona que se ocupa de recogerla, mientras rebuscaba en un enorme contenedor metálico.

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