Los robos en el interior de vehículos que habían sido estacionados por sus dueños en el interior de sus garajes comienzan a preocupar en la villa barquense. Fuentes consultadas por este diario apuntaron que los hechos comenzaron en los últimos meses del año pasado y que desde entonces los ladrones visitaron, cuando menos, media decena de garajes.
Estas mismas fuentes explicaron que para acceder al interior de los garajes, durante el día los ladrones colocan una cinta adhesiva en el sensor que abre y cierra la puerta. Con esta acción, consiguen franquear el acceso, al quedar abierta de par en par la puerta. Posteriormente, amparados por la oscuridad de la noche, regresan al lugar, entrando en los edificios para robar en los vehículos guardados dentro de ellos.
Para hacerse con el botín, los amantes de lo ajeno rompen los cristales de las ventanillas de menor tamaño de los coches, pudiendo así llevarse lo que hay dentro.
Los robos fueron cometidos en distintos puntos de la villa barquense, llegando a entrar los ladrones en un garaje del núcleo de Viloira. Les vale todo como botín, habiendo robado desde calzado hasta herramientas o cargadores de móvil, entre otros muchos objetos que encuentran en los vehículos desvalijados, en los cuales únicamente dejan la documentación.
