PROTESTAS

A Rúa se moviliza contra la deslocalización de Iberdrola

Un centenar de vecinos se concentró contra el traslado a Salamanca del Centro de Operación

A principios del pasado mes de diciembre, varios cientos de valdeorreses celebraban el estreno del documental "O desafío do Sil", del director petinés Domingo Díez Docampo. La obra, que relata los inicios de los saltos del Sil entre los años 1945 y 1965, sigue el libro de Susana Chávarri Pérez "La construcción de los Saltos del Sil". Cinco meses después, muchos de aquellos espectadores asistieron a la concentración de protesta por el traslado a Salamanca del Centro de Operación de Cuenca (COC) de A Rúa, o lo que los convocantes consideran la "deslocalización" de Iberdrola, la sucesora de la desaparecida Saltos del Sil.

"Vin fundar a sociedade. O económico debe estar vinculado ao social. A riqueza hai que repartila onde se produce", comentó Víctor López Fernández, un rues que trabajó en la empresa durante casi 40 años, momentos antes de iniciar su lectura del manifiesto.

La protesta tuvo como escenario el exterior del edificio que alberga el citado Centro de Operación de Cuenca. A la cita, convocada por el Concello, asistieron representantes de los tres partidos presentes en la Corporación de A Rúa: PSdeG-PSOE, BNG y PP. Con ellos estuvieron representaciones de los concellos próximos, Petín y Vilamartín de Valdeorras, además de más de un centenar de vecinos.

Durante la concentración, que duró en torno a una media hora, Víctor López leyó el "Manifesto contra a deslocalización de Iberdrola de A Rúa", el mismo que la junta de portavoces de la Diputación provincial aprobó por unanimidad hace menos de una semana, con los apoyos de PP, PSdeG-PSOE, Democracia Ourensana y BNG, y este martes respaldó la junta de portavoces de O Barco.

El texto recuerda como, allá por el año 1955, Saltos del Sil comenzó a trabajar en el centro de control, "funcionando de xeito ininterrumpido até a actualidade sendo, probablemente, o máis antigo aínda en funcionamento de todos os que ten Iberdrola Grupo". El manifiesto explica que, en un principio, serán 16 trabajadores los que abandonarán la villa ruesa, pero que más adelante los seguirán otros 35. También dice que "de xeito silencioso" ya fueron despedidos cuatro de los cinco vigilantes de seguridad y continúa explicando que el traslado llevará aparejada la pérdida del control de los ríos gallegos y de empleo, contribuyendo al "despoboamento do rural".


Una plantilla gallega de 210 empleados


El impacto social del traslado del Centro de Operación de Cuenca a Salamanca será "mínimo", según Iberdrola, que aseguró haber garantizado el empleo a los 16 trajadores. Esta medida fue tomada después de mantener encuentros informativos con representantes de los trabajadores y los mismos empleados del centro de A Rúa. En ellos, comunicó el inicio de una reorganización del COC para los próximos dos años.

En todo caso, la empresa afirmó que "analizará caso por caso para ofrecer la solución más óptima a cada empleado", planteando las opciones de ubicarlos en otras actividades de la compañía en Galicia, o bien destinarlos al nuevo centro de Salamanca.

La plantilla gallega de Iberdrola está formada por 210 profesionales, 720 al añadir los empleos indirectos. La empresa insistió en su apuesta por Galicia y su "vocación de permanencia". En 2018, el impacto socioeconómico en la Comunidad Autónoma fue de 379 millones de euros, "reforzando su papel como uno de los principales motores de esta comunidad autónoma", según manifestó. En este sentido, explicó que realizó pagos por 154 millones a más de 250 entidaes gallegas y, ya aludiendo al impacto fiscal en Galicia, este sumó 195 millones.

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