Retirados 150 sacos de basura del cauce del Sil

photo_camera Desperdicios retirados del terreno próximo al Bañadoiro.
Trabajadores de Tragsa encontraron desde ruedas hasta maderos

n equipo de trabajadores de una empresa contratada por el Concello de Vilamartín de Valdeorras y del grupo público Tragsa limpian la franja próxima a la orilla derecha del río Sil, en un tramo de casi un kilómetro, que arranca en el arroyo Pías y continúa hacia el núcleo de Valencia do Sil. Estas labores fueron apuntadas ayer por el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro.

El regidor explicó que el Concello había solicitado a la empresa pública que retirase la maleza resultante de las labores de desbroce contratadas por el Concello, obteniendo una respuesta más que satisfactoria de Tragsa, cuyos operarios comenzaron a recoger la maleza y también todos los materiales de desecho que encontraron en la zona. “Me pareció genial”, dijo el alcalde.

Todos estos trabajos permitieron retirar aproximadamente 150 sacos de todo tipo de desperdicios arrojados a esta zona próxima al área recreativa de O Bañadoiro. Enrique Álvarez apuntó que entre los materiales recogidos hay ruedas, objetos de polietileno, piezas de madero, latas, plásticos o botellas, entre otros.

A la hora de acometer las labores de desbroce, el Concello hubo de esperar a que finalizase el periodo de nidificación de varias especies de aves que crían en esta zona, próxima al paraje donde anida la garza real, un territorio que no tocaron.

La zona donde se desarrollan los trabajos forma parte de un amplio proyecto que maneja desde hace años el equipo de gobierno para los más de tres kilómetros de longitud de la orilla del Sil próxima a la localidad vilamartinesa y que va desarrollando en función de las posibilidades del Concello. Más concretamente, los planos asignan a estos parajes la construcción de una pista americana para la práctica de deporte y realizar entrenamientos.

No lejos de allí, en el área recreativa de O Bañadoiro, trabajadores de Tragsa iniciaron la preparación de los agujeros donde procederán a la plantación de los árboles de especies autóctonas que reemplazarán a los chopos talados en las últimas semanas ante el riesgo que suponían para los paseantes. Un informe de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil determinó que estaban enfermos, por lo que procedió a su sustitución.

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