El pueblo de San Vicente (Vilamartín de Valdeorras) permaneció ayer incomunicado durante tres horas. Este fue el tiempo que emplearon los equipos de la Diputación Provincial en retirar los árboles y demás materiales que una riada arrastró hasta la carretera de O Mazo, el acceso alternativo al principal, la OU-0807. Fue un desprendimiento de la ladera sobre la que se asienta la infraestructura, cortada al tráfico hace tres semanas, el que cayó sobre la balsa de agua formada por el arroyo Pereanes en la zona inferior de la citada ladera, desplazando el líquido hacia la otra vía de comunicación. Sucedió a las 10,00 horas, pocos instantes después de que una vecina circulase por este tramo.
“Fue una suerte que no cogió a nadie, pero me preocupa cómo queda”, comentó el alcalde vilamartinés, Enrique Álvarez. Explicó que el derrumbe del viernes supone que ya se desprendieron de la ladera las dos partes más peligrosas que estaban por debajo de la carretera, si bien aún queda otra en la zona superior que amenaza con venirse abajo. “La montaña sigue estando inestable”, dijo el regidor, que también aludió a la situación del río, pues con la riada de ayer “está muerto”.
El alcalde reclamó una actuación urgente de la Diputación, titular de la OU-0807. Desde este organismo, el diputado Pablo Pérez comentó que el último desprendimiento “ratifica e demostra que a decisión da Deputación de cortar a estrada foi boa”. También subrayó la intervención por urgencia que permitió liberar la calzada, trabajos que continuarán en las próximas horas con la retirada de los troncos arrastrados por el agua.
Vecinos, Concello y Diputación se reunirán el 11 de mayo para buscar una solución a 30 años de problemas de la OU-0807.
