El Concello de O Barco tramita 60 expedientes de ruina de casas. Todas ellas han sido abandonadas dentro de un proceso de despoblamiento que los gobernantes pretende frenar bonificando la reconstrucción.

La ruina devasta el rural de O Barco

Casa de Viloira, sobre la que pesa un expediente de ruina, abierto por el Concello de O Barco. (Foto: J.C.)
Los servicios técnicos municipales de O Barco tramitan 60 expedientes de ruina abiertos en las aldeas del municipio. Son casas que sus propietarios abandonaron para irse a vivir lejos de ellas o bien fallecieron, encargándose el viento, la lluvia y la nieve de esparcir sus cascotes por solares y pistas. El problema es grave y para el concejal de Medio Rural e Cemiterio, Luis Arias Fernández, es debido a una razón fundamental: 'O abandono xeralizado dos pobos'.
Aldeas como Cesures y Vales muestran la gravedad del problema de la despoblación. Con 20 y 12 expedientes de ruina abiertos, respectivamente, la imagen que ofrecen es desoladora. Son los casos más graves, pero no los únicos. Las piedras y restos de muros están presentes en todos los núcleos: Soulecín (9 expedientes de ruina), Santigoso (5), Viloira (4), Éntoma (4), Vilariño (2), Vilanova (2), Castro (1) y A Proba (1).

Muchas de estas ruinas se reducen a un par de muros que amenazan con venirse abajo en cualquier momento y la amenaza que suponen para los vecinos la confirman las vallas y mallas metálicas que colocó el Concello para evitarlo. El concejal de Medio Rural, Luis Arias, explicó que lleva aproximadamente cuatro años intentando resolver los expedientes. Pero no es fácil. Muchos propietarios viven en otros concellos o en el extranjero y dar con ellos se convierte en toda una aventura. 'No hay límite para mantener abierto el expediente', explicaron fuentes municipales.

'Tivemos que tirar unha casa en Vilariño e en canto controlemos aos seus titulares se lles pasarán os gastos', dijo Luis Arias. Añadió la imposibilidad de que las arcas municipales asuman los costes de demoler las 60 casas. La crisis económica que comenzó en 2007 podría estar frenando el proceso de abandono de los pueblos. Lo afirmó el concejal de Medio Rural: 'Desde que empezou a crise se reparan moitas casas dos pobos'. El presidente de Cáritas Interparroquial de O Barco, Julio Mourelo Fulgueral, confirmó la afirmación: 'Está constatado. Hay un movimiento hacia las casas de las aldeas. Nosotros estamos invitando a la gente con dificultades para alquilar los pisos que vayan a los pueblos', explicó.

Para fomentar esta recuperación de los núcleos rurales, el equipo de gobierno socialista apostó por las bonificaciones y ayudas destinadas a las obras de restauración. Para el arreglo de las fachadas en las aldeas y el casco viejo abrió una partida de 15.000 euros. Cubre un máximo del 25 % del presupuesto, siendo la ayuda máxima de 750 euros. A esta iniciativa hay que añadirle la reducción del 95 % de impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO). Los propietarios sólo deberán abonar el 5 % de un impuesto que supone el 2,8 % del presupuesto.

'Estamos facilitando unha inversión importante. Este é o camiño. Se trata de conseguir que os propietarios restauren as casas', afirmó Luis Arias. El edil destacó el éxito logrado en la aldea de Forcadela, cuya imagen dio un giró radical en los últimos meses.

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