La subida a pie al 'Barranco Rubio' reunió ayer a 60 personas, según apuntó la organización, que desarrollan conjuntamente el Concello de A Rúa y la Asociación de Amigos do Camiño por Valdeorras.
La asistencia prácticamente dobló a la de la edición anterior, consolidando la ascensión 'a un lugar emblemático', según indicó el alcalde en funciones, Luis Fernández Gudiña. Añadió que la caminata busca conseguir 'unha xornada lúdica e de convivencia'.
Entre los participantes hubo personas de todas las edades y condiciones, partiendo la comitiva de la Praza José Antonio Míguez, iniciando una subida de aproximadamente cinco kilómetros. Después de un breve refrigerio, iniciaron el descenso hacia el área recreativa de O Aguillón. En este paraje, se desarrolló la comida 'popular', en la que se sortearon numerosos objetos cedidos por varias casas comerciales de la localidad.
La amenaza de la lluvia adelantó el final de la comida, abandonando O Aguillón nada más finalizar la comida.
La de este domingo fue la segunda edición en que la comida se desarrolla en el parque rues. En las tres primeras ediciones, los participantes se reunían en el mirador del 'Barranco Rubio', regresando a la villa por la tarde. La falta de lugares sombreados y de refugios para protegerse de la lluvia llevó a los organizadores a trasladar la convivencia a 'O Aguillón'.
Entre los participantes hubo personas de todas las edades y condiciones, partiendo la comitiva de la Praza José Antonio Míguez, iniciando una subida de aproximadamente cinco kilómetros. Después de un breve refrigerio, iniciaron el descenso hacia el área recreativa de O Aguillón. En este paraje, se desarrolló la comida 'popular', en la que se sortearon numerosos objetos cedidos por varias casas comerciales de la localidad.
La amenaza de la lluvia adelantó el final de la comida, abandonando O Aguillón nada más finalizar la comida.
La de este domingo fue la segunda edición en que la comida se desarrolla en el parque rues. En las tres primeras ediciones, los participantes se reunían en el mirador del 'Barranco Rubio', regresando a la villa por la tarde. La falta de lugares sombreados y de refugios para protegerse de la lluvia llevó a los organizadores a trasladar la convivencia a 'O Aguillón'.
