crónica

Todos los niños de Valdeorras con juguetes

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photo_camera Carballal, Vero, Ainhoa González, José González, Rego, Ferrer y Carracedo, antes del reparto. (J.C.)
Un grupo de voluntarios de Cáritas mantiene la ilusión de los niños de familias con pocos recursos. En un sótano de la iglesia de Santa Rita, 85 niños de 38 familias recogieron cientos de regalos de Papá Noel.

Minutos antes de que abriese el sótano de la iglesia parroquial de Santa Rita, en O Barco de Valdeorras, ante su puerta se había reunido un buen número de familias. Uno de sus locales esconde un tesoro que mantiene viva la llama de la ilusión de aquellos niños barquenses con familias que pasan dificultades para acceder a los juguetes que anuncian las grandes cadenas comerciales. En el interior de esta sala, cientos de juguetes esperan ser elegidos por los más pequeños, fruto de la desinteresada la labor de un reducido grupo de personas.

Durante todo el año, Aurora Carballal, María Luisa Rego, Odette Ferrer, Ainhoa González, José González, Loli Vero y Rosa Carracedo lavan peluches, peinan muñecas, reparan juegos electrónicos y ponen como nuevos los juguetes que las familias valdeorresas entregan a Cáritas Interparroquial de O Barco. Tanto benefactores anónimos como voluntarios de la oenegé están detrás de las sonrisas con las que los jóvenes barquenses abandonaron el lugar.

Las familias se agolpaban en el pasillo que da al local donde los juguetes son expuestos mucho antes de que los voluntarios abran sus puertas. Se hizo difícil pasar entre las personas que se agruparon ante la sala. No es de extrañar. Los primeros niños en entrar pudieron elegir, entre todos los juguetes, aquellos que más les gustaron, llevándoselos inmediatamente a sus casas. Los siguientes ya no tuvieron tanta suerte y hubieron de conformarse con los que dejaron, y así sucesivamente.

Los pequeños fueron entrando en grupos reducidos para facilitar un cierto control en el reparto. Cada uno de ellos pudo retirar tres juguetes, además de aquellos peluches, hay docenas de ellos, y libros que le interesaron.

El control lo lleva Cáritas Interparroquial. La trabajadora social, Isabel Álvarez, fue entregando vales a las familias que se dirieron a su oficina, 38 en total, lo que permitió a 85 niños acceder a unos regalos que difícilmente conseguirían de otra forma. Escenas similares volverán a repetirse el 3 de enero, cuando los juegos que quedaron serán entregados como regalo de Reyes Magos.

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