Las tormentas se ceban en los montes ourensanos que ardieron en 2022

Desembocadura del Balado.
photo_camera Desembocadura del Balado.
La falta de vegetación en las tierras calcinadas provocan que las lluvias vividas las últimas jornadas arrastren la capa superficial del sustrato

Las condiciones meteorológicas no están favoreciendo a la comarca de Valdeorras. La fuerte tormenta que descargó sobre varias zonas de O Barco y O Bolo provocó los temidos arrastres. El espectáculo que ofreció el arroyo Balado, en su desembocadura en el río Sil, llevó a numerosos curiosos a la pasarela peatonal que comunica Viloira con la villa barquense.

El crecido caudal arrastró todo lo que encontró a su paso, desde tierra hasta troncos y maderos de las laderas que ardieron en el incendio que asoló montes de O Barco, Carballeda y Rubiá en julio de 2022. Todos estos materiales pudieron ser vistos llevados por la corriente del Sil aguas abajo.

Al problema de los arrastres hay que sumar la aparición de los primeros brotes de mildiu en viñedos de Vilamartín y Rubiá, favorecidos por la subida de las temperaturas y la humedad.

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