Uno de los puntos negros de la carretera N-120 en Valdeorras, el cruce de Vilamartín, desaparecerá. Al menos así lo aseguró el Ministerio de Fomento a una pregunta del diputado popular Celso Delgado Arce. "El proyecto de Construcción de enlace y reordenación de accesos de la carretera N-120, en Vilamartín de Valdeorras (Ourense) se encuentra actualmente en fase de redacción", aseguró el Gobierno central.
En una pregunta dirigida a la Mesa del Congreso, los diputados ourensanos del PP Celso Delgado y Ana Belén Vázquez Blanco preguntaron por la demora del inicio de la citada obra. "¿Qué razones explican el importante retraso por parte del Ministerio de Fomento en concluir el proyecto de trazados?", cuestionaron.
En las últimas horas recibieron la respuesta del Ministerio, en la cual también explica que, una vez finalizada la redacción del proyecto, este deberá superar el trámite de información pública.
La eliminación de este punto negro es una vieja reivindicación del Concello de Vilamartín de Valdeorras. Hace más de un lustro que el alcalde socialista, Enrique Álvarez Barreiro, solicitó la construcción de una rotonda para acabar con los accidentes. Su petición no salió adelante. La intensidad media diaria (IMD) de vehículos, superior a 7.000, supera los 5.000 que fija como límite la Ley para la construccion de rotondas. Ahora, la solución que manejan los técnicos pasa por construir un paso elevado, según apuntó el regidor. En este mismo sentido ya se pronunció en octubre de 2019 el delegado del Gobierno. Javier Losada anunció el proyecto en el acto de colocación de la primera piedra de la obra de la circunvalación barquense. Sin embargo, el elevado coste de la infraestructura invita a desconfiar que todo quedará en el papel. Al menos así lo apuntaron ayer fuentes consultadas por este diario, que estimaron que el presupuesto no bajará de 600.000 euros. El argumento económico fue fundamental a la hora de plantear la posibilidad de que los planes de Madrid pasen por reducir la IMD con la construcción de un tramo de autovía y, entonces sí, construir la rotonda.
En algo más de un año, este tramo registró cuatro accidentes con cinco heridos. "Leva habido moitos accidentes", corroboró el alcalde, Enrique Álvarez.
Un acceso con lustros de retraso en A Rúa
Otro acceso que demanda Valdeorras es el que comunicará A Rúa con la carretera N-120, a la altura de Vilela. En el año 2003, el entonces alcalde, José Vicente Solarat, hablaba de que la construcción comenzaría un año después. Pasaron los años, también los alcaldes y todo sigue igual. Hay proyecto constructivo, que está en manos del Ministerio de Fomento, también informe de evaluación ambiental favorable y solo resta que este organismo dé el visto bueno a su ejecución para iniciar las expropiaciones. Es en este punto de la tramitación donde se atascó un proyecto con 1,32 millones de euros de presupuesto.
En los últimos cinco presupuestos que aprobó el Gobierno central, Fomento introdujo partidas para acometer la obra que demandan los rueses. Con cantidades de 500.000 o 700.000 euros, nunca pasaron del papel y no se ejecutaron.
El anterior alcalde rues, ahora portavoz del grupo socialista, Luis Fernández Gudiña, comentó que el año pasado planteó la ejecución del proyecto tanto al delegado como al subdelegado del Gobierno. Tras explicar que la situación que vivió el Gobierno central estos últimos años impidió avanzar, ayer aseguró que "agora retomaremos o acceso" .
