Los técnicos de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil iniciaron la búsqueda de nuevas ubicaciones para la depuradora de aguas residuales de Arcos (Vilamartín de Valdeorras). La pensada inicialmente, que planearon llevar a una zona próxima al cruce de la carretera de Córgomo, no obtuvo el respaldo de los vecinos. Después, estos convencieron al alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, para que se busque otro punto.
El rechazo fue confirmado ayer por el regidor vilamartinés, quien se sumó a las tesis vecinales. En la reunión que mantuvo con los representantes de Arcos, estos lo convencieron del importante impacto que tendría una depuradora en la ubicación manejada.
"Con bo criterio, pensaron que non era o sitio adecuado", explicó ayer Enrique Álvarez. Añadió que los técnicos no habían explicado que el proyecto contempla la construcción de una EDAR abierta, similar a la que trabaja en el vecino Concello de O Barco. "Botamos as mans á cabeza!", continuó.
El rechazo a la ubicación actual obliga a los técnicos a estudiar otras posibles zonas, una tarea nada fácil, debido a la presencia de la N-120, el acceso a Arcos, la vía del tren y el río Sil. Por otra parte, los técnicos apuntaron que el punto planteado es el único que permitirá llevar las residuales hasta la depuradora sin bombeo.
En todo caso, el alcalde mostró su respaldo al planteamiento vecinal y apuesta por construir varias depuradoras cerradas. Indicó que una posible solución sería construir una estación en la zona más alta, donde recogería las aguas de Córgomo, Baxeles, las Gralleiras y las bodegas. A su vez, la parte inferior podría ser la ubicación de una segunda, también cerrada, al igual que la de Vilamartín.
En referencia a los planes iniciales de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, indicó que "eu descoñecía o tipo de depuradora. O impacto sería bestial", apuntó el alcalde y, seguidamente, explicó que continuarán los contactos con los técnicos de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil para "buscar a mellor solución".
La depuradora de Arcos tratará las aguas residuales de más de medio millar de habitantes y de varias bodegas. Los pueblos que se beneficiarán del servicio de depuración son Córgomo, Baxeles, As Gralleiras, Valdegodos y Arcos. Para su construcción, la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil maneja un presupuesto de aproximadamente 700.000 euros, una cantidad que supera ampliamente los 300.000 que habían estimado inicialmente. En todo caso, la cifra podría variar si los planes del organismo responsable de la cuenca cambia de idea y acomete la construcción de otro tipo de estación.
La financiación de la obra correrá por cuenta de la Confederación Hidrográfica en su mayor parte, pues aportará el 90 % del coste final, si bien los terrenos los debe aportar el Concello.
