Vecinos de Vilamartín hacen cambiar el límite de velocidad

Tramo donde comparte espacio la señal de 50 y la de 30 sobre el firme.
photo_camera Tramo donde comparte espacio la señal de 50 y la de 30 sobre el firme.
Las protestas vecinales en Arcos consiguieron elevar el máximo de 30 a 50 kilómetros por hora

Las vecinos de Arcos consiguieron el objetivo que perseguían las protestas que dirigieron al Concello y lograron variar el límite de velocidad de la carretera que comunica este núcleo de Vilamartín de Valdeorras con la carretera N-120 y el límite municipal de O Barco. Las reclamaciones perseguían aumentar el máximo de 30 kilómetros por hora, señalizado a raíz del último cambio de la normativa, que entró en vigor en 2021. Los críticos con este máximo lo consideraron excesivamente reducido para las características de una infraestructura que está dotada de aceras y con rectas importantes en buena parte de su trazado.

El Concello acabó aceptando las peticiones y decidió aumentar el límite de velocidad permitido hasta los 50 kilómetros por hora, tal y como ya indican las señales colocadas en la carretera de titularidad municipal que atraviesa el pueblo de Arcos. La nueva señalización vertical comparte espacio con el límite que había sido fijado hace casi un par de años, de 30 kilómetros por hora, el cual aún puede verse sobre el firme de la calzada y que será borrado próximamente, según dijo el alcalde.

“Tivemos reclamacións dos veciños de Arcos”, comentó el alcalde vilamartinés, Enrique Álvarez Barreiro. El regidor se refirió a la señalización colocada hace dos años considerándola “unha metedura de pata. Precipitámonos”.

El regidor explicó que la normativa establece que la velocidad máxima no puede superar los 30 kilómetros por hora en los cascos urbanos, si bien, “a letra pequena” establece que, en las carreteras de titularidad municipal, “o Concello pode poñer o límite en 50 quilómetros por hora”.

Las protestas comenzaron en el pueblo de Arcos, pero también se beneficiarán de la modificación del límite de velocidad los vecinos de San Miguel de Outeiro, cuya travesía presenta unas características similares a la de Arcos. En todo caso, el alcalde descartó que esta variación vaya a aplicarse en el casco urbano de la capitalidad municipal de Vilamartín, donde existe más peligro y ningún vecino reclamó.

El cambio del límite de velocidad aplicado en 2021, reduciendo a 30 kilómetros por hora la velocidad de los vehículos generó no pocas protestas. El propio alcalde, Enrique Álvarez, consideró ayer que “era violento circular a 30 quilómetros por hora”. Incluso, llegó a invitar a los muchos usuarios de las carreteras que comunican Arcos y San Miguel de Outeiro a utilizar la N-120 para desplazarse desde Vilamartín hasta O Barco o A Rúa.

En todo caso, la invitación de la Alcaldía no fue atendida por un buen número de conductores que continuó utilizando las citadas carreteras sin respetar los 30 kilómetros por hora, haciendo caso omiso a las posibles sanciones con las que pudiesen ser castigados.

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