El verano adelantado en Ourense avanza la buena campaña de aceitunas

El optimismo empieza a imperar entre los productores de aceituna gallegos cuando se refieren a la próxima cosecha. Aún falta medio año para que finalice la campaña pero el periodo de floración de los olivos, que coincide con el mes de mayo, es casi determinante. Lo explicó José Antonio Marcos, tesorero de la Asociación de Produtores de Aceite e Aceituna de Galicia (APAAG). "Este sol favorece ás oliveiras, que xa están en plena floración", dijo. Este productor explicó que la "floración é abundante, sobre todo nas cotas baixas, como Petín". Las condiciones meteorológicas favorables propician que "as expectativas sexan boas", a la espera de que "faga sol suficiente para a maduración", según apuntó Marcos. La plantación de olivos atraviesa un buen momento y también la unión de los productores e torno a APAAG. De los aproximadamente 160 socios que la conforman, más de la mitad -aproximadamente 80- los aporta la provincia de Ourense. Todos ellos suman 144 hectáreas de plantaciones y 152.000 olivos. El bum del aceite gallego favoreció la incporación de nuevos miembros al colectivo. Pese a ello, aún no están todos los productores: "Eu animo á xente de Valdeorras a asociarse. Cantos máis sexamos, máis forza teremos nas administracións", dijo el tesorero. Si las condiciones meteorológicas no tuercen las previsiones de los productores, la cosecha gallega de este año debería superar los 145.000 kilos recogidos en 2019, que permitieron elaborar 12.000 litros de aceite. Las lluvias registradas los últimos meses del año pasado llenaron de agua las aceitunas dando lugar a una ratio de aceite muy reducida. Buena parte de esta producción acaba en los mercados más próximos, como el gallego. Eventos feriales y exposiciones son los lugares que concentran una mayor distribución, aunque últimamente este producto se está introduciendo entre los consumidores de las principales ciudades del país, como Madrid, viajando al extranjero alguna que otra partida. "Ten fácil saída. A oferta non é moi grande", aseguró José Antonio Marcos, refiriéndose a una producción muy inferior en volumen a la de otros aceites. La cantidad de aceite producida facilita su venta incluso en años como el actual, cuando la pandemia del covid-19 "paralizou os mercados, e a este tamén". Sello de calidad La cantidad de aceite gallego puede ser menor a la de otros lugares, pero no la calidad. Sobre todo desde la autorización de un sello que garantiza la trazabilidad del producto que llega a las manos del consumidor: aceite de oliva virgen 100 % gallego. La propia asociación diseñó las normas que rigen la elaboración para que el resultado final reúna todos los requisitos de calidad exigidos. A falta de un consejo regulador, sus funciones las asumió la Asociación de Produtores de Aceite e Aceituna de Galicia. "O control é moi estricto e pretende evitar o fraude da venta como galego do aceite de outras zonas. Para ser socio hai que cumplir certos requisitos e agora garantizamos a trazabilidade", dijo Marcos.