La limpieza de las márgenes del arroyo de San Miguel de Outeiro llevó al alcalde de Vilamartín a sopesar la posibilidad de abrir una senda a lo largo del cauce para crear una ruta de senderismo. Los trabajos fueron realizados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, según dijo el regidor, Enrique Álvarez Barreiro.
El peligro de desbordamiento provocado por la caída de varios árboles sobre el cauce fueron determinantes para que el organismo de cuenca limpiase sus márgenes. 'Existía un serio peligro de que se produjese una arroyada, que los árboles atrancasen el cauce provocando un estancamiento del agua', explicó el alcalde.
Los trabajos de limpieza pusieron al descubierto la belleza de unos parajes que llevaban muchos años cubiertos por la maleza. El agua discurre encajada entre rocas y vegetación, no faltando un pequeño pozo y una pequeña cascada que el Concello pretende aprovechar para el disfrute de vecinos y visitantes. 'La Confederación Hidrográfica Miño-Sil dejó el arroyo de maravilla', dijo el alcalde, que pretende abrir una senda hasta lo alto de la montaña.
Los trabajos de limpieza pusieron al descubierto la belleza de unos parajes que llevaban muchos años cubiertos por la maleza. El agua discurre encajada entre rocas y vegetación, no faltando un pequeño pozo y una pequeña cascada que el Concello pretende aprovechar para el disfrute de vecinos y visitantes. 'La Confederación Hidrográfica Miño-Sil dejó el arroyo de maravilla', dijo el alcalde, que pretende abrir una senda hasta lo alto de la montaña.
