Vilamartín replantea el área recreativa de la orilla del Sil

photo_camera Después de la tala de chopos enfermos que amenazaban a los paseantes, el Concello de O Barco y la Confederación Hidrográfica do Miño Sil tienen sobre la mesa un convenio para reformar el área recreativa O Bañadoiro, en Vilamartín, con un presupuesto de 1,2 millones de euros.
Concello y Confederación Hidrográfica colaborarán en una actuación de 1,2 millones de presupuesto

El proyecto de reforma del área recreativa de O Bañadoiro, que el equipo de gobierno de Vilamartín de Valdeorras maneja desde hace una década, será una realidad en fecha no lejana. Lo anunció el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, quien explicó que sobre la mesa de la Alcaldía ya está el convenio con la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil diseñado para financiar una obra que busca aumentar el atractivo de esta zona, ubicada sobre la margen derecha del río Sil.

La inversión es grande, pues se sitúa en aproximadamente 1,28 millones de euros, una cantidad que afrontará en su mayor parte el organismo responsable de la cuenca. Aportará el 80 %, saliendo de las arcas municipales el 20 % restante. En todo caso, de la aportación del Concello habrá que descontar los 31.000 euros que ya gastó en la redacción del proyecto.

“O convenio está sobre a mesa, a piques de ser firmado”, comentó el alcalde, refiriéndose a un proyecto que cambiará radicalmente la imagen de esta zona recreativa. El cambio más relevante es el traslado de la carretera. El firme será llevado desde la orilla del Sil al extremo opuesto del campo de fútbol, zona en la que se construirá una infraestructura nueva.

Camiño de Inverno, pantalán y un tobogán para la piscina

La eliminación del vial permitirá adaptar el terreno que ocupaba el Camiño de Inverno, cuyo piso será acondicionado con zahorra. Sobre esta piedra caminarán los peregrinos, que seguirán un trazado paralelo al del carril bici que también aparece en el proyecto.

Un pantalán mejorará el actual acceso de las embarcaciones al río, en la actualidad de cemento. Los planes de los técnicos lo ubicaron en el mismo punto, próximo a la depuradora de Vilamartín. A su vez, el espacio ocupado por la piscina municipal será ampliado para construir un nuevo vaso con su tobogán. Estas dos iniciativas no entraron en el convenio Concello-Confederación y correrá por cuenta de los responsables municipales conseguir la financiación.

El parque infantil desaparecerá, para ser sustituido por uno nuevo, dotado con aparatos actualizados y de mayor tamaño. Estará al lado de las piscinas y no muy lejos de las futuras pistas de tenis y pádel.

Una tala de chopos necesaria

La propuesta de convenio fue recibida con los brazos abiertos en las dependencias municipales. “Estamos ilusionados con este proxecto. Levo uns dez anos detrás del”, comentó el alcalde. Inmediatamente, explicó que su ejecución llevará su tiempo y mostró su confianza en que las obras comiencen este año, para finalizar en los dos o tres siguientes.

El documento de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil llegó a la Casa Consistorial pocos días después de que finalizase la tala de los chopos que crecían en la zona, una labor que obedeció al informe del organismo responsable de la cuenca, tras detectar que todos ellos estaban enfermos, con el consiguiente peligro de caída de ramas, e incluso árboles, sobre la calzada. En los últimos meses cayeron varias, amenazando la seguridad de vecinos y peregrinos.

El alcalde vilamartinés no es el único que valora favorablemente la remodelación del área recreativa. También apoya este proyecto un buen número de vecinos. “Paréceme moi ben a reforma que van facer. Un pequeno cambio para que todo esto mellore”, comentó Avelino Seoane, deteniéndose un instante en sus labores de limpieza de la orilla.

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