El estudiante barquense Borja Fernández habla de su etapa como alumno del arquitecto suizo

'La visión de la arquitectura del premio Pritzker, Peter Zumthor, es casi artesanal'

A sus 26 años, el barquense Borja Fernández Rodríguez destaca la obra del último premio Pritzker de arquitectura, Peter Zumthor, que conoce tras ser alumno suyo.
Borja Fernández es fiel defensor de la obra de Peter Zumthor, galardonado hace una semana con el premio Pritzker, considerado el Nobel de Arquitectura. Este joven de O Barco fue alumno suyo hace dos años, antes de trabajar en Lisboa para “Aires Mateus” y de llevarse la mención de honor en la Bienal Iberoamericana de Arquitectura.

¿Qué diferencia a la arquitectura suiza de la portuguesa?


Son maneras de trabajar diferentes. Peter Zumthor tiene una manera de hacer arquitectura muy clara, que utilizan sólo unos pocos. En el estudio de Lisboa “Aires Mateus”, donde trabajo, también hay gente muy buena, con una obra que es opuesta a la de Zumthor. Portugal y Suiza son muy distintos. En este último país tienen un tratamiento maravilloso de la madera y del hormigón. Va con el carácter suizo buscar la perfección.

¿Qué arquitectura realiza Peter Zumthor?


Estuve un año en la universidad suiza Svizzera Italiane de Mendrisio, donde él trabajó de profesor. Fui allí con una beca Erasmus porque quería que me diese clase Zumthor. Él defiende un estilo que, sin ser una estrella, al final todo el mundo sabe que es buen arquitecto. Tiene una visión de la arquitectura casi artesanal.

¿Quizás busca creaciones más humanizadas?


El nos preguntaba: ¿Si tu madre entra ahí qué va a pensar? Su arquitectura es más real y con un carácter totalmente moderno. Busca sensaciones, sentimientos, incluso el “olor”. En su crítica a una maqueta nos dijo que le faltaba ese “olor”. Se refería a que carecía de textura. Cuando la presentamos de nuevo, después de tocarla dijo que ya olía, ya era arquitectura. Con él haces maquetas, no planos.

¿Qué proyecto presentó a la Bienal Iberoamericana?


Es un concurso de ideas, consistente en buscar soluciones a un problema de tu país. El proyecto lo hice con un mexicano, Diego Calderón, basado en el Sur de España, donde la recogida de la fruta supone un problema temporal. Propusimos una vivienda también temporal, que puedes quitar y poner. Es un problema de fácil solución, ponerle vivienda, y tiene su importancia pues son personas que vienen a trabajar, pero que a nosotros nos da igual pues sólo vienen dos meses.

¿Cómo eran esos edificios?


Nuestro proyecto partía de una estructura metálica y de una especie de contenedores, en los que cada inmigrante ponía el aislante que necesitaba y podía cubrir con cajas de cartón, que era una forma de reciclar.



SU PERFIL


Después de sus experiencias suiza y portuguesa, Borja Fernández se centra actualmente en el trabajo de Fin de Carrera, en la Escuela de Arquitectura de A Coruña.

Durante su estancia en Suiza, el joven barquense presentó un proyecto conjunto con la coruñesa Cristina Fran y con el catalán Salvador Tarrás.

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