Santorum (Progreso 77), Plus Ultra (Avda. de Pontevedra), La Favorita (Paz 27), Salat (Barrera) y El Mariano (en la Plaza de Abastos). ¿Los recuerda?
No recuerdo exactamente con qué edad comencé a encargarme de los recados de casa, pero supongo que a finales de los 60 o comienzos de los 70. En aquellos tiempos todo funcionaba por medio de pequeños negocios en los que la relación con el cliente era casi familiar. De hecho, en los primeros años ni siquiera me preocupaba de llevar dinero (después sí, pero más por una cuestión de sentirte mayor, que porque te lo fueran a pedir).
En mi campo de actuación estaban varios negocios de los llamados "de ultramarinos", a los que me solían enviar, Santorum (Progreso 77), Plus Ultra (Avda. de Pontevedra), La Favorita (Paz 27), Salat (Barrera) y el que hoy os muestro, El Mariano (en la Plaza de Abastos).
La fotografía realmente es de la tienda que anteriormente tuvo Mariano con sus hermanos en la calle de Villar, “Los Castellanos”, y si os fijáis, o estaban estrenando la cortadora de fiambre ¡y se han pasado cortando!, o acababan de recibir un pedido de bocadillos para todo el regimiento.
A Mariano le conocí en una pequeña y abarrotada tienda que estaba situada en el muro del puente de las Burgas, haciendo esquina con la bajada a la plaza. Allí, las legumbres a granel, el embutido, los quesos y las conservas formaban un hermoso cuadro de un colorido incomparable. Sin olvidarme de las latas de galletas, pimentón y membrillo, que daban incluso un toque artístico. De aquellas yo ni me lo imaginaba, pero hoy existen coleccionistas de ese tipo de latas.
A su manera, Mariano y su señora ya practicaban técnicas de marketing, o ¿quizás era por verdadero aprecio? El caso es que a mí me encantaba ir de compras por allí, porque al llegar siempre caía un caramelo o alguna otra exquisitez. En mis recuerdos aparece como un entrañable personaje de mi infancia.
