Esta actividad solidaria comenzó a realizarse en Ourense en 1996, acogiendo a niños afectados por la radiación en Chernóbil
Un grupo de más de medio centenar de niños procedentes de la región rusa de Briansk, cercana a la antigua central nuclear de Chernóbil -cuyo accidente en 1986 suspuso uno de los peores desastres medioambientales de la historia-, mejoran su alimentación y salud en Galicia durante el verano, con una serie de actividades que ayer los llevó al Pazo de Mariñán.
Los pequeños, junto a sus familias de acogida de diversos ayuntamientos gallegos, acudieron a las instalaciones que tiene la Diputación de A Coruña en Bergondo.
Fueron recibidos por el diputado provincial y alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández, que les dio también la bienvenida a la Coruña. Fernández quiso descatar el "gran trabajo solidario" que desde hace veinte años está desarrollando la ONG Ledicia Cativa, impulsora de esta iniciativa.
Esta organización lleva cada verano a niños que proceden de casas de acogida y familias tuteladas por la Federación Rusa a Galicia, lo que les permite estar en un ambiente natural y no contaminado, y mejorar su alimentación y su salud, al menos durante los meses estivales.
"La Asociación Ledicia Cativa es una ONG, constituida sin ánimo de lucro, cuya principal actividad consiste en la acogida temporal de menores de la región rusa de Briansk", explican , "la mas afectada por la radiación de Chernobyl, en familias de la Comunidad Autónoma de Galicia". La actividad humanitaria de esta ONG "comenzó en 1996, en el medio rural de Orense, donde dos mujeres pensionistas, sin apenas medios, sin ayuda institucional alguna, con muchísimo esfuerzo y un gran corazón, decidieron abrir las puertas de los hogares de familias generosas y amigas, a los niños rusos afectados por la radiación de Chernóbyl".
La Diputación de A Coruña colabora también con la entidad con una subvención económica de 10.000 euros, destinados a que veinticinco pequeños que convivan con familias coruñesas de acogida hasta finales del mes de agosto.
Otros cuarenta niños de entre 6 y 18 años se alojarán este verano en las otras provincias gallegas, informa la Diputación. Además de una visita guiada a las dependencias del histórico Pazo, los pequeños disfrutaron del desayuno y de una jornada soleada al aire libre en los jardines de Mariñán.
