CASTRELO DE MIñO

San Roque llegó en catamarán

photo_camera Las dos imágenes navegando por el río Miño.

Castrelo de Miño celebró ayer la procesión fluvial para trasladar las imágenes de San Roque y la Virgen de la Asunción desde la iglesia del barrio de Santa María hasta el Parque Náutico en donde fue oficiada una misa al aire libre

Castrelo de Miño se despidió ayer de las fiestas en honor a San Roque y también de la Festa da Codorniz, que se celebró en el barrio de Cortiñas. Fue el día grande para los vecinos de este municipio, que volvieron a participar en la procesión fluvial. La iniciativa se ponía en marcha hace aproximadamente 10 años, y cuajó tan bien entre los feligreses, que continúa desarrollándose para honrar a San Roque y a la Virgen de la Asunción.

La procesión partía de la iglesia de Santa María, en cuyo entorno se iniciaba la navegación que duraría en torno a 20 minutos, trasladando ambas imágenes en un catamarán custodiado por varias barcas.

Los feligreses y algunos visitantes curiosos, que no se quisieron perderse el acontecimiento, esperaban en la explanada del Parque Náutico de Castrelo de Miño, en donde una vez que atracó el catamarán tenía lugar un pequeño recorrido hasta depositar las imágenes en el lugar habilitado para la celebración de la misa al aire libre. Todo ello, en este incomparable marco del río Miño, y con el acompañamiento musical de la Banda La Lira de Ribadavia.

Han sido varios días de diversión y buena comida, que arrancaban con la Festa do Xarrete e Xarrote el pasado 14 de agosto, en la localidad de Macendo, en donde coincidió con la celebración religiosa de San Roque, igual que en Cortiñas, que concluía ayer su Festa da Codorniz.

Las expectativas se cumplieron en todos los aspectos para los organizadores, resultando vistosa y cargada de devoción la procesión del mediodía, y captando a numerosos asistentes por la noche para degustar la perdiz.

De esta forma, se completaba cada día el aforo disponible para degustar este producto, del que se dispuso de 5.000 kilos, para atender a más de 4.000 comensales, que pasaron durante los tres días de fiesta por la localidad de Castrelo de Miño. La Asociación Festa da Codorniz hizo posible que la celebración, ya consolidada en sus 13 años de organización, haya sido un éxito.

Además de la oferta gastronómica en toda fiesta que se precie no puede faltar la animación musical, los juegos populares, los conciertos de banda y las verbenas amenizadas por varias orquesta y que se prolongaron durante las madrugadas.

Castrelo de Miño retornó hoy a lo cotidiano, con los vecinos satisfechos por el éxito conseguido por sus fiestas.

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