Las terrazas son un elemento más del mobiliario urbano. Su presencia ambienta la ciudad, aunque da pie a algunas quejas, sobre todo en lugares angostos. Calles peatonales y plazas, lugares preferidos para los veladores
Las terrazas forman parte de la fisionomía de la ciudad, sobre todo cuando el buen tiempo anima a tomar algo fuera. Espacios públicos como plazas, parques o calles peatonales son los lugares elegidos para la instalación de este tipo de dotaciones. Sin embargo, no todas son del agrado de los peatones, sobre todo aquellas que coinciden con zonas de paso. Es el caso de Ana Mª Prieto, una señora que vive en Paz Nóvoa y que para acceder a su edificio tiene que cruzar entre las terrazas que hay en esta céntrica plaza. Además de quejarse por el dominio del espacio público, se lamenta del ruido que se genera fruto de estas actividades.
Las cafeterías de la calle del Paseo tampoco son ajenas a la crítica y algunos viandantes afirman que a las tardes, entre las terrazas y la gente que entra y sale de los comercios, es imposible pasear tranquilamente por esta zona. "Es una auténtica invasión", decía Jose Manuel Álvarez, un vecino que reclama un mayor control en relación al espacio público que ocupan las caferterías con los veladores. No obstante, no todo son quejas y hay peatones más tolerantes que entienden que los dueños de bares y de heladerías intentan aprovechar el tirón de las vacaciones de verano para incrementar sus ingresos. Éste es uno de los principales argumentos utilizados por los propietarios de los negocios de hostelería que, a día de hoy, aún no han notado la presencia de ambiente vacacional en sus negocios. Así lo confirma el dueño de Café Druída, situado en la Plaza Mayor y que cuenta con permiso para colocar 25 terrazas en los soportales de la plaza. En esta misma línea, la encargada de la heladería Praza Maior afirma que sus terrazas están adecuadamente integradas en el espacio público y que no causan molestias a los transeúntes.
El Concello aprueba entre 150 y 200 permisos para terrazas al año, aunque reconoce que es complicado cuantificar el dato ya que los permisos no se corresponden solo con nuevas altas sino que incluyen traspasos y ampliaciones.
