VERSOS PARA LOS MUERTOS

Choliños … vidiña
Quisiera escribirte mucho. Mas ya sabes cuánto quisiera decirte. Perdonadme todos, que los pequeños me recuerden siempre, que cumplas todos mis encargos. Yo, Adeliña, estaré siempre con vosotros, como os prometí. Faltan sólo unos minutos y tengo valor, por vosotros, por la tierra, por todos. Voy tranquilo .

Adios vidiña. Vive para los pequeños y los viejos, ¡Abrazaos¡, ¡confortaos¡. Sé tu, mi pequeniña, la más valiente de todas. Allá sentiré alegría y satisfacción de ti y de todos.

Os recordaré siempre, velaré siempre por vosotros
Adiós, contigo, con los pequeños, con los viejos todos, estará siempre mi recuerdo, el más grande, el más fuerte, el más íntimo. Vuestro
Xandre
Madrugada del 17 de agosto de 1936

(Carta de Alexandre Bóveda escrita a su mujer e hijos la víspera de ser fusilado a los 33 años )



VERSOS PARA BOVEDA
Alfredo Conde , Manuel María , Emilio Pita , Sánchez Guisande y Celso Emilio Ferreiro escribieron poemas dedicados a la muerte de Bóveda . Éste es el poema de Celso Emilio :
Ti convocache o día dende a tebra
Amigo morto polo ferro airao
Cando chegou Caín,cando a pavura
Cuibriu de noite o pobo sin guieiros

O día vai vir,poñeime a alma
Mas non me esquecerei das horas torvas
Cando a traición venceu,cando a carraxe
Irmn maior, sacrificado a sombra

A nosa obriga é seguirche os pasos
Mais por outros camiños que non leven
Os bosques dos supricios
As selvas dos coitelos afiados
Sinon ás terras outas onde temos
A casa vinculeira.

O día xa esta perto, alma que agradas
Faite bandeira, berra o seu dereito
a ser estrela cando os tempos cheguen
cando as gaitas trunfás soen nas rúas
cando a irmanda, cando a ateigada artesa
cando os homes da terra señan rio
de liberta, con gran cachón no meio
cando todos los nenos de Galicia
sepan porque mataron a Alexandre
esforzado Amadis, capitán noso “

( Celso Emilio Ferreiro)



AHORA
Ahora
vosotros, seres puros
que estais al otro lado de la vida
mansamente dormidos
Ernesto y los demas, junto a mi padre,
Vosotros
Hacia quien tiendo ahora mi recuerdo,
y de entre todos tu,
ahora tu
Ernesto , dulce muerto, amigo,
amigo mio de la infancia quella
de clases y de montes
en que apretabamos el aire
en la alegría de los ojos…..

La vida pesa menos al pensarte
y hasta mis horas secas
tengo que agradecerlas porque
pude morir contigo en aquel tiempo
y sin embargo
estoy aquí, aquí, aun ,
sobre el paisaje como un arbol
de deseos inútiles, lo se
triste no ya por mi, sino por ti,
por ti y todos los otros
seres nobles y puros
que estais al otro lado de la lluvia
mansamente tendidos, despojados .

( Fragmento del largo poema que Antón Tovar dedicó a su amigo Ernesto Herrero, muerto a los 15 años en un hospital de guerra)



TIEMPO DE GUERRA
Estábamos, señores, en provincias
o en la periferia, como dicen,
Incomprensiblemente desnacidos.

Señores escleróticos,
ancianas tías lúgubres,
guardias municipales y banderas.
Los niños con globitos colorados,
pantalones azules
y viernes sacrosantos
de piadoso susurro.

Andábamos con nuestros
Papás
Pasaban trenes
cargados de soldados a la guerra.
Gritos de excomunión.
Escapularios.
Enormes moros, asombrosos moros
llenos de pantalones y de dientes.
Y aquel vertiginoso
color del tiovivo y de los víctores.

Estábamos remotos
chupando caramelos,
con tantas estampitas y retratos
y tanto ir y venir y tanta cólera,
tanta predicación y tantos muertos
y tanta sorda infancia irremediable.

( José Ángel Valente, años 60)

Te puede interesar