Situado en el sureste de la provincia ourensana, el concello de A Gudiña es conocido por ser parada obligatoria de todo aquel que entra o sale de la comunidad gallega por la A-52. Desde tiempos del medievo, este municipio fue reconocido por ser un lugar de posada, referente para todos aquellos que hacían y hacen un alto en el camino para reponer fuerzas. Rodeado de un paisaje prácticamente virgen, A Gudiña cuenta con un gran número de recursos naturales que la convierten en el lugar ideal para todos aquellos que necesiten desconectar del bullicio de la ciudad.
Entre los lugares que podemos visitar, relacionados con su riqueza natural, se encuentra la zona de baño de As Candas, situada en la aldea de O Tameirón; el alto do Testeiro, desde donde se cuenta con unas vistas privilegiadas sobre toda la comarca; y el Foxo do Lobo, senderismo en territorio de lobos.
As Candas
Situada en la aldea de O Tameirón, lugar fronterizo con Portugal, esta escondida zona de baño está situada a más de 900 metros de altura. Con una zona de arena escasa y rodeada de piedras y de una gran arboleda, se convierte en el lugar adecuado para sofocar las altas temperaturas en esta parte de la montaña. Con aguas completamente cristalinas, las inmediaciones cuentan además con un pequeño merendero y barbacoa. Aunque el acceso al lugar no es del todo sencillo, el entorno merece el esfuerzo.
Alto do Testeiro
Conocido como O Testeiro, este monte, situado a más de 1.400 metros, permite vislumbrar la inmensidad de la comarca. Desde él se pueden observar los montes del Parque Natural do Invernadoiro -situado en el concello de Vilariño de Conso-, Manzaneda o el embalse de As Portas, uno de los más altos de Galicia. Otro de los paisajes que se pueden avistar son los montes del país vecino, Portugal. Con aproximadamente cuatro kilómetros de subida, el alto de O Testeiro recompensa, y con creces, a todo aquel que se decide a realizar la caminata -aunque también se puede llevar a cabo en todoterreno-.
Foxo do Lobo
En la zona limítrofe entre los concellos de Riós y A Gudiña, situado en la Serra de Urdiñeira a unos 1.100 metros de altitud, se encuentra esta construcción cuyo fin era dar caza al lobo. Altos muros conducen a un pozo o foso. Los vecinos se organizaban para realizar una batida que conducía al animal hasta darle caza a través de esta trampa, lugar donde se le daba muerte. Existe una ruta de senderismo señalizada de 4 kilómetros de distancia. Durante el camino, diversos paneles y varias figuras permiten interpretar esta relación entre el lobo y el hombre.
